Es muy deprimente descubrir tanta igonrancia en nuestros semejantes.
Será todo lo deprimente que quieras, pero ha dicho verdades como puños.
Aznar (y Zapatero, que no se nos olvide), los dejó entrar por millones. Todos conocemos empresarios, sobre todo en el sector primario, que estaban y están encantados de tener mano de obra indocumentada, aunque de boquilla clamen por su expulsión.
El cuarteto de las Azores tiene una gran responsabilidad en la situación actual. No es el origen de todos los males, porque las mecánicas que desembocaron en aquella reunión se pusieron en marcha mucho antes (yo me remontaría hasta el pacto de Quincy en 1945), y realmente EEUU no necesitaba ese coro de adláteres para arrasar Irak, pero sirvió para marcar claramente las posiciones y escenificar el seguidismo europeo hacia la política imperialista yankee. Si fue justificado o no puede ser debatible. Pero la responsabilidad es innegable.
Y sí, la desaparición de la URSS fue una debacle a muchos niveles, sobre todo geopolítica. A nivel global, la URSS era el contrapeso perfecto de la tropa de orates que nos gobiernan. La situación no era perfecta; había guerras proxy (como ahora), un enorme gasto militar (como ahora)... pero, desde 1962, la guerra fría se convirtió en una pantomima en la que sólo creía el pueblo llano. Y los jovenlandeses estaban tranquilitos. Todavía recuerdo cómo a principios de los 90 los USA andaban desesperados por encontrar un nuevo
enemigo total que justificase su expansionismo y dispendio militar.
Pero lo principal es que todo lo que estamos viviendo ahora no es más que la resultante de un proceso que lleva muchos años gestándose; no se trata de un calentón espontáneo de cuatro puñeteros amacabras que, como los etarras, son los simples útiles de unas estrategias de las que no tienen ni astuta idea.