Harry Oldmeadow: Los falsos profetas del modernismo. Parte 2: Charles Darwin

Sapere_Aude

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Sigo con la serie de hilos sobre la conferencia de Harry Oldemadow titulada "La tradición traicionada: los falsos profetas del modernismo (Darwin, Marx, Freud y Nietzsche).

Recomiendo leer la primera parte antes de leer esta segunda:

¡Tema mítico! Harry Oldmeadow: Los falsos profetas del modernismo. Parte 1: la crisis de la modernidad - Burbuja.info - Foro de economía


Harry Oldmeadow: Los falsos profetas del modernismo.
Parte 2: Charles Darwin






La hipótesis de Darwin, anunciada en las obras de muchos otros científicos y teóricos sociales contemporáneos del estilo y que germinó en las siniestras teorías sobre la población de Malthus, es una de las “pseudomitologías” más elegantes, atractivas y dañinas. En una seductora mezcla de hechos, especulación creativa, argumentación circular y meticulosa sistematización, Darwin parecía producir un relato objetivo y científico del desarrollo de las especies, al ofrecer un relato de cómo las formas de vida llegan a ser lo que son. En el fondo del esquema darwiniano radica una inversión absurda del conocimiento tradicional. En el fragmento de apertura del Evangelio de San Juan, uno de los textos más elevados y místicos, se nos dice que “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…y el Verbo se hizo carne…” (Juan, 1:1,14). Darwin propone justo lo contrario, que “En el principio era la Carne, esto es, la materia), que se hizo Verbo (conciencia, o Espíritu)…”. De la materia inherte, a través de algunos procesos inexplicables, emergieron las formas de vida microscópicas y durante un período muy muy largo de tiempo, mediante interminables transformaciones y mutaciones, y de acuerdo a los principios que Darwin afirmaba haber descubierto, estas se convirtieron en homo sapiens. En resumen, los organismos microscópicos del limo de algas prehistórico – organismos cuyos orígenes Darwin es totalmente incapaz de explicar – se convierten en hombre. O más lacónicamente, ¡la ameba primordial se convierte en San Francisco, Ibn Arabi o Lao Tse! Toda la tesis de Darwin descansa sobre la proposición de que las especies pueden transformarse en otras. Por muchos conocimientos parciales que la obra de Darwin pueda albergar, este tema central es un absurdo que va en contra de toda sabiduría tradicional. Llamar al hombre “personaje con pantalones” traiciona una profunda comprensión de la condición humana, y como observó E. F. Schumacher, uno también podría llamar a un perro “una planta que ladra o una col que corre”. [1]

El darwinismo fue una “gran historia” que se adecuaba perfectamente a los prejuicios de la época – un relato de los comienzos y el desarrollo de la vida que eliminaba al Creador, ahora reemplazado por una serie de “leyes” más o menos inexorables sujetas a una explicación objetiva, un relato que, además, auguraba un progreso inevitable. La hipótesis transformista de Darwin no sólo llegó a dominar el pensamiento científico, sino que pronto sería utilizado, en forma de Darwinismo Social, para apuntalar todo tipo de ideas maliciosas sobre la raza, el imperio, el “Progreso” y el desarrollo de las civilizaciones. La pseudomitología del evolucionismo se prestó a sí misma a ideologías sociales en las que los brutales imperativos de la competición, el egoísmo, la “supervivencia” y la “higiene” racial fueron valorados como “naturales”. [2] Considere, si puede, las implicaciones de un fragmento como el siguiente, de la misma obra El origen del hombre de Darwin.

"En algún período futuro, no muy lejano si es medido en siglos, las razas civilizadas del hombre exterminarán y reemplazarán, casi seguro, a las razas salvajes de todo el mundo. Al mismo tiempo, los personajes antropomorfos sin duda serán exterminados. Entonces la brecha entre el hombre y sus aliados más cercanos será más grande, ya que se impondrá, como se puede esperar, entre el hombre en un estado más civilizado, el caucásico, y algunos personajes tan inferiores como el mandril, a diferencia de la que ahora existe entre el oscuro o australiano y el gorila." [3]



El darwinismo se ha convertido en una especie de pseudoreligión, un hecho que explica el fanatismo con el que muchos científicos siguen obstinadamente ciegos a la cada vez mayor cantidad de pruebas en contra de la idea darwiniana, especialmente en su absurda afirmación según la cual una especie puede transformarse en otra. Hay muchos ángulos desde los cuales se podría destapar como fraudulento el darwinismo – científico, lógico, religioso y metafísico. No podemos repetir ningún tipo de crítica pero quizá quepa señalar que, en muchos aspectos, es una pena que la lucha contra el darwinismo la hayan hecho creacionistas fundamentalistas, que son bastante incapaces de rebatir a Darwin con sus propios métodos. Sin embargo, debería decirse que por muy ingenuos o insatisfactorias que sean tales críticas, su intuición fundamental es válida.

Darwin y sus epígonos nos ofrecen un espectacular ejemplo de la verdad de la observación de René Guénon, según la cual
“…cuando la ciencia profana abandona el dominio de la mera observación de hechos, e intenta obtener algo de una acumulación indefinida de detalles separados, que es su único resultado inmediato, conserva como una de sus principales características la construcción más o menos elaborada de teorías puramente hipotéticas. Estas teorías no pueden ser más que hipotéticas por necesidad, puesto que los hechos por sí mismos siempre son susceptibles de explicaciones diferentes y por eso no han sido nunca ni serán capaces de garantizar la verdad de cualquier teoría…y además, tales teorías no están realmente inspiradas por los resultados de la experiencia como si lo estarían casi en su totalidad por ciertas ideas preconcebidas y por ciertas tendencias predominantes en el pensamiento moderno.” [4]



El principio que hay que situar siempre en el primer plano en cualquier discusión sobre la ciencia moderna se encuentra en la insistencia del Vedanta en que “El mundo de maya [i.e., el mundo espaciotemporal que investiga la ciencia] no es inexplicable; es sólo que no es evidente [N.d.T.: no se explica por sí mismo, “self-explanatory” en el original] [5] Sankara dice que cualquier intento por comprender el mundo material sin el conocimiento de lo Real es como intentar explicar la noche y el día sin hacer referencia al sol. En cualquier caso, una ciencia profana sólo puede hablarnos sobre las causas auxiliares y mecánicas; nunca puede ir a la raíz de las cosas, igual que debe permanecer callada siempre y cuando nos enfrentemos a cuestiones acerca del significado y el valor. Sobre la infinita acumulación de datos empíricos de la ciencia moderna, sólo tenemos que recordar el comentario de Gai Eaton, que es cosa de saber más y más sobre menos y menos cosas, y que “nuestra ignorancia de las pocas cosas que realmente importan es tan prodigiosa como nuestro conocimiento de banalidades.” [6]


[1] E.F. Schumacher, A Guide for the Perplexed, 31.

[2] Sobre los efectos sociales de las ideas darwinistas, ver Marilynne Robinson‟s essay, “Darwinism‟, en The Death of Adam: Essays on Modern Thought, New York: Picador, 2005, 28-75.

[3] Citado en M. Robinson, “Darwinism”, 35

[4] René Guénon, The Reign of Quantity & The Signs of the Times, Ghent, NY: Sophia Perennis et Universalis,1995, 149.

[5] Ver Harry Oldmeadow, “Sankara‟s Doctrine of Maya”, Asian Philosophy 2:2, 19992, 131 -146.

[6] citado como epígrafe en Tomorrow 12:3, 1964, 191.
 

xrr

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Muy buen hilo. Y me ha sorprendido mucho. Si bien del resto de los "profetas" del modernismo si sabía cosas, desconocía bastante la influencia de darwin. Con los párrafos aquí expuestos, es evidente su importancia.
 

Plutonio

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Es muy buena esa clave que da del Evangelio de san Juan. Es el espíritu el que es anterior a la materia, y no al contrario.
 

Sapere_Aude

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Es muy buena esa clave que da del Evangelio de san Juan. Es el espíritu el que es anterior a la materia, y no al contrario.
Al hilo de lo que dices también me parece clave este fragmento:

Sankara dice que cualquier intento por comprender el mundo material sin el conocimiento de lo Real es como intentar explicar la noche y el día sin hacer referencia al sol.
Uno no puede exlicar un fenómeno material sin referencia a su principio espiritual/intelectual.
 

Plutonio

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Al hilo de lo que dices también me parece clave este fragmento:



Uno no puede exlicar un fenómeno material sin referencia a su principio espiritual/intelectual.
Totalmente de acuerdo, y gracias por la puntualización. Son los principios los que se reproducen en todo lo demás, lo cual se refiere a ellos.
 

KFJKLL

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El ser humano viene del mono y de una raza extraterrestre. Seguramente fuimos creados, por una inteligencia extraterrestre que se unió a nosotros mediante el mono, es decir, creación genética a partir del mono. O no. Igual ya éramos diferentes desde siempre.
 
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