Barcelona se prepara para un nuevo toque de queda

El Pionero

Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Desde
16 May 2014
Mensajes
34.845
Reputación
115.529
Lugar
Marbella de tal y tal
El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, ha asegurado este miércoles que la Generalitat decretará “en cuestión de horas” un nuevo toque de queda que no afectará a toda Cataluña pero sí a las zonas con más contagios. La medida tendría que ser validada por la justicia. “Estamos a las puertas de que se decrete un nuevo toque de queda”, ha explicado en la comisión de Presidencia que tras reunirse este martes con la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, y el de Interior, Joan Ignasi Elena, acordaron que era necesario el toque de queda. “Supongo que de momento afectará a los próximos 15 días y a partir de aquí veremos cómo evoluciona”, ha adelantado Batlle, que ve clave que la actividad en Barcelona se cierre entre la 1 y las 6 de la madrugada. La Generalitat todavía no ha oficializado la medida pese a que la tiene encima de la mesa.

Según fuentes conocedoras de los contactos entre las diferentes administraciones, todo apunta a que el Ejecutivo catalán solicitará este miércoles por la tarde al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) permiso para aplicar el toque de queda nocturno —entre las 0.30 o la 1.00 y las 6.00— exclusivo para las zonas más afectadas por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, entre ellas la capital catalana y su área metropolitana. El Gobierno de Pere Aragonès realizará este paso tres días después de que recomendara a los municipios cerrar playas, plazas y calles durante la noche y provocara —con la mera recomendación— un alud de protestas de alcaldes reclamando concreciones claras, medios y recursos a la Generalitat para llevar a cabo esa petición. La administración catalana ha esperado a tener en mano un informe del gabinete jurídico de la Generalitat que destaca que al no ser un toque de queda homogéneo en toda Cataluña no es necesario un decreto de estado de alarma.

La decisión de solicitar el toque de queda se da en uno de los peores momentos en cuanto a cifras de contagiados. Cataluña ha registrado hasta este miércoles 800.811 casos confirmados acumulados desde el inicio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo —738.494 con una prueba PCR o test de antígenos—, 8.555 más que en el recuento efectuado el martes por la consejería de salud. El total de fallecidos se sitúa en 22.294 (seis más de los registrados el martes). En cuanto a los pacientes ingresados actualmente, la cifra se sitúa en 1.185 (127 más que en el recuento del martes) de los que 219 se encuentran ingresados en unidades de cuidados intensivos, 10 más que en el balance anterior. La velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) baja a 1,40 y el porcentaje de positividad de los test de antígenos y PCR se sitúa en 18,97%, mientras que la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 979,20 por cada 100.000 habitantes y la media de edad de los casos confirmados es de 28,76 años. La tasa del riesgo de rebrote ha bajado: el martes alcanzaba un nivel de 1.399 y 24 horas después se sitúa en 1.338. El 58,8% de la población catalana está banderillada con al menos una dosis de la banderilla: de estos, un 48,4% ya tiene la pauta completa de la banderillación.

La solicitud de un nuevo toque de queda, más reducido que el anterior y que respeta el horario de cenas de bares y restaurantes, se realiza después de que Aragonès tuviera encima de la mesa el visto bueno de los equipos jurídicos y de que decenas de alcaldes solicitaran la medida para poder contener así, con una base legal, botellones y concentraciones nocturnas. Una de las alcaldesas que solicitó esta medida fue la de Barcelona, Ada Colau, que el martes, en una entrevista en la radio pública catalana, denunció: “Si la Generalitat lo que quiere es un toque de queda, que lo pida. Si no lo pide, que nos diga cómo tenemos que hacerlo los ayuntamientos, que no tenemos medios ni recursos suficientes para cerrar todos los kilómetros de playa”. La primera edil barcelonesa se convirtió, sin proponérselo, en la portavoz de los alcaldes —sobre todo aquellos con playas— de uno y otro partido que uno a uno fueron criticando a la Generalitat por traspasar a los municipios la responsabilidad de acabar con botellones y concentraciones sin tener suficientes efectivos policiales. Tras Barcelona, los primeros ediles de municipios con playas como Badalona, el Prat de Llobregat, Castelldefels o Viladecans comenzaron a criticar las “recomendaciones” de la Generalitat y exigir que se convirtieran en “órdenes” claras. También lo hicieron los alcaldes de municipios interiores como los del Vallès Occidental.

El Govern se limitó el martes a garantizar la “ayuda institucional” a los Consistorios y a anunciar dispositivos conjuntos entre Mossos y policías locales. Ahora la administración catalana tendrá que esperar a que el TSJC apruebe el toque de queda exclusivo por zonas antes del fin de semana para, de ese modo, tener una herramienta jurídica —más allá de las recomendaciones criticadas por los alcaldes— para poder impedir, disuadir y denunciar a concentrado y participantes en botellones.

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Volver