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Será en Octubre
La reflexión de una mujer de 55 años que no ha tenido hijos y priorizó su carrera: «Me hace sentir que no soy nada»
Véronique participó en 2017 en un reportaje de la televisión suiza en el que se abordaba la soledad desde diferentes puntos de vista
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Una mujer que priorizó su carrera se arrepiente de no tener hijos a los 55 años: «Me hace sentir que no soy nada»
Véronique renunció a ser progenitora por anteponer su vida profesional y las relaciones casuales, algo que lamenta ahora que se encuentra sola
Elegir entre tu carrera profesional y tu vida familiar es una encrucijada a la que se han visto abocadas muchas mujeres a lo largo de su vida. Algunas de ellas, incapaces de encontrar una pareja estable y sepultadas por el éxito laboral, eligen posponer la decisión de ser madres e incluso no tener hijos.La conciliación es un privilegio con el que muchas trabajadoras no pueden contar, lo que a la larga ha provocado que los índices de maternidad hayan descendido también y que algunas mujeres hayan renunciado a la posibilidad de ser madres.
Esto es lo que le ha sucedido a Véronique, una suiza que con 55 años no tiene ni marido ni hijos. Esta mujer tuvo una vida profesional deslumbrante, con largos períodos en el extranjero, pero en el amor no pudo tener tanta suerte y no consiguió que ninguna de sus historias de amor saliera adelante. Es por ello que eligió no tener hijos, una decisión de la que se arrepiente a día de hoy.
El precio a pagar por la soledad es la pérdida de confianza en ti misma. Yo ya no sé en qué soy buena, no sé para qué sirvo. Tengo la impresión de que no valgo nada», ha reconocido esta mujer en una entrevista para el canal de televisión suizo RTS 1, donde ha lamentado no haber tenido descendencia.
Siempre mantuvo relaciones con hombres que no querían comprometerse
La empresaria se culpa a sí misma de no haber sido capaz de mantener ninguna de sus relaciones, pues siempre eligió a hombres que no querían una pareja seria: «A menudo me he hecho la pregunta de cómo hago yo para elegir siempre a los que no se comprometen a los que son minusválidos afectivos», se ha preguntado Véronique, asegurando que «los hombres no se agolpan» a su puerta para hacerle feliz.Ninguna de sus parejas llegó a decirle jamás un simple 'te quiero', algo que la ha atormentado también durante años: «Figúrate que ninguno me lo dijo nunca. Me hubiera gustado escucharlo alguna vez en mi vida. Ahora tengo 55 años y tengo miedo de que nadie me lo diga jamás», ha comentado emocionada.
Se arrepiente de no haber tenido hijos a los 55 años
Durante estos años de desamor y éxito en lo laboral, esta suiza ni siquiera se planteó la idea de tener hijos. Sin embargo, con los 55 años ya cumplidos, ha reconocido que no fue una buena decisión: «El hecho de no haber tenido hijos me hace sentir que no soy nada», ha explicado la mujer que se siente «vieja» en esta sociedad.«No dejo a nadie detrás mío, no he conseguido dar a luz...», ha insistido la mujer, que ahora atraviesa una época de soledad que le está haciendo mella en la salud. Hay fines de semana que incluso no tiene interacción social alguna, aunque cuando regresa al trabajo trata de mentir: «A veces aparento haber pasado un fin de semana extraordinario cuando en verdad estuve en casa con mi gato».
Durante estos años sola, su verdadero amor ha sido su gato, que le ha permitido poder seguir adelante: «La soledad, sobre todo cuando es prolongada, es cuando ya nadie te toca, cuando todos tus sentidos están apagados. Tener un gato es la manera de ser acariciada y de acariciar. Yo lo acaricio, él me acaricia, me busca y viene hacia mí. Me ha aportado algo que ni imaginaba», ha admitido.