2.1. La contribución militar
La ayuda militar soviética a la República española fue sustancial, pero nunca suficiente para que el triunfo se produjera. La URSS no deseó verse envuelta en un conflicto bélico generalizado. Pero además de cobrar en oro su ayuda, poco a poco fue imponiendo su influencia política y militar; aspecto que se hizo insoportable para los partidos no comunistas. Un exponente de las inje- rencias fueron los agentes enviados con la finalidad de vigilar no sólo a sus compatriotas, sino también a los españoles que representaran un peligro para los intereses soviéticos. Se enviaron informes y, llegado el caso, se eliminaba a cuantas personas se creía conveniente, sin tener en cuenta la opinión del Gobierno republicano. El general Alexander Orlov fue el más conocido agente de la NKVD –la policía política de la URSS–, sobre todo a raíz de ser el principal promotor de la detención, secuestro y asesinato de Andreu Nin, líder del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista).
El traslado de las reservas de oro del Banco de España a la URSS, a partir de octubre de 1936, fue una condición necesaria para mantener el esfuerzo armamentístico de la República a base de suministros a crédito. A la Unión Soviética se enviaron 510 toneladas de oro fino, lo que en la actualidad serían alrededor de mil millones de pesetas.
El Gobierno de Stalin decidió ayudar a la República española para contrarrestar los envíos de Alemania e Italia. El 4 de octubre de 1936 llegó a Cartagena23 el que
23 Dato extraído del documental L’or de Moscou (Maria Dolors Genovès), emitido el 27 de febrero de 1994 en TV3 (Televisió de Catalunya). Hasta fecha muy reciente, la historiografía señalaba al Komsomol como el primer barco soviético que llegó a España con armamento.
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posiblemente fuese el primer buque soviético que trans- portó material pesado, el Campeche. Este armamento entró por primera vez en combate durante la defensa de Madrid. De todo este material destacan por su calidad, velocidad y facilidad de maniobra los aviones Istrievitel- 15 y el Istrievitel-16, conocidos entre los republicanos como Chatos y Moscas, respectivamente. Los carros de combate enviados por los soviéticos eran en tamaño, blin- daje y poder destructivo superiores a los alemanes e italianos, porque iban armados de cañón.
En la Unión Soviética no se publicaron hasta los años setenta estimaciones totales del material bélico enviado a la España republicana. Un estudio soviético de la Academia de Ciencias de la URSS24, publicado en 1974, proporcionaba las siguientes cifras:
a) Material de guerra
Aviones (principalmente cazas) 806
Carros de combate Autos blindados Piezas de artillería Fusiles
Lanzagranadas Ametralladoras Bombas de aviación Proyectiles de artillería Bombas de mano Cartuchos
362
120 1.555 500.000 aprox. 340 15.113 110.000 3.400.000 aprox. 500.000 aprox. 826.000.000 aprox.
24
Academia de Ciencias de la URSS. Instituto del Movimiento Obrero Internacional. Comité Soviético de Veteranos de Guerra. La solidaridad internacional con la República española: 1936-1939. Moscú: Progreso, 1974, p. 368.
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b) Personal
Aviadores 772 Tanquistas 351 Consejeros e instructores 222 Marinos 77 Artilleros 100 Militares (otras especialidades) 52 Ingenieros y obreros 130 Radiotelegrafistas 156 Intérpretes 204 Total 2.064
En la actualidad, aún no se sabe con exactitud la composición del material soviético proporcionado a los republicanos. De todas formas, tras la caída del comu- nismo se ha producido un acceso a unos archivos –los de la URSS, básicamente– que son los más importantes acerca del período que queda por ser investigado. El libro del británico Gerald Howson, Arms for Spain: the untold story of the Spanish Civil War, publicado origi- nalmente en 1998, utiliza esas fuentes y como cabía prever ofrece novedades. Según Howson, la Unión Soviética envió a la España republicana unos 630 aviones, alrededor de 400 carros de combate, un millar de piezas de artillería y unos 400.000 fusiles25. Esta ayuda es bastante menor de la que hasta hace unos años se ha venido señalando, aunque las cifras son de todas formas importantes