La risión total, juas.
Tú, que acusas a otros, no has hecho otra cosa que acudir a falacias ad autoritatem, ad hóminen y espantapájaros varios.
Aunque te expresas bastante mal, creo entender
¿Y tú acusas a otros de expresarse mal? jajajaja ...
Creerás entender pero no entiendes nada, lo que has demostrado con creces.
No solo es que tu retórica sea pedante hasta la nausea, lo peor es que tu horrible sintaxis denota tu incapacidad para hilar argumentos lógicos y explica el porqué de que no entiendas lo que otros escriben.
Ejemplo (sic):
pongamos de dos a tres codos de alto, aprox. 90 a 135cm -más o menos un codo de margen- y si ello dependiera solo del azar, la probabilidad de que tuviera 1,00 m -con dos decimales- es de una entre cuarenta y cinco.
¡Lo que me he llegado a reír con ese batiburrillo absurdo, jajaja!
Imagino -más bien sé- que ni te enteras de lo menso de tu pseudo-árgumento, jajajaja.
El ser humano , unos 200 mil años
Ese el asunto: de esos 195 mil años anteriores a la escritura no sabemos prácticamente nada pero, siendo el ser humano igual de inteligente desde siempre, ¿hemos de creer sin más que no adquirió conocimiento hasta que invento la escritura?¿Cómo lo hizo entonces para inventarla sin el conocimiento de la propia estructura del lenguaje?
Es un dogma infinitamente absurdo.
La prueba filológica pertenece sobre todo al ámbito de la narrativa. La prueba
técnica (geológica, astronómica, ingenieril, matemática, geométrica etc) pertenece en mayor medida al de las ciencias exactas. Ambas pruebas están en flagrante contradicción lo que connota que el conocimiento y sus técnicas asociadas son muy anteriores a la invención de la escritura. Evidentemente los
filólocos se oponen con furia a lo evidente
Para ilustrar el asunto voy a citar el Fedro de Platón, donde Sócrates, disertando con Fedro sobre que agrada más a los dioses, si el discurso hablado o el escrito, cuenta la historia donde el dios Tot presenta sus inventos al rey egipcio Tamus:
Cuando llegaron a la escritura dijo Teut (Tot):
«¡Oh rey! Esta invención hará a los egipcios más sabios y servirá a su memoria; he descubierto un remedio contra la dificultad de aprender y retener.
Respondió el rey:
Padre de la escritura y entusiasmado con tu invención, le atribuyes todo lo contrario de sus efectos verdaderos. Ella sólo producirá el olvido en las almas de los que la conozcan, haciéndoles despreciar la memoria; confiados en este auxilio extraño abandonarán a caracteres materiales el cuidado de conservar los recuerdos, cuyo rastro habrá perdido su espíritu. Tú no has encontrado un medio de cultivar la memoria, sino de despertar reminiscencias; y das a tus discípulos la sombra de la ciencia y no la ciencia misma. Porque, cuando vean que pueden aprender muchas cosas sin maestros, se tendrán ya por sabios, y no serán más que ignorantes, en su mayor parte, y falsos sabios insoportables en el comercio de la vida.»
¿Hemos olvidado quiénes somos y de dónde venimos?
La respuesta es clara y diáfana ... continuará ...
¡Saludos!
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