Me gusta sobretodo el principio del hilo, al principio creía que ibas a hacer una evolución del análisis del papel del pueblo alubio* tras la fin de JC. Yo soy un firme partidario de no llamarlos alubio*s sinos talmudistas o fariseos, pues la religión que practican en nada se parece a la que les fue revelada a los grandes patriarcas bíblicos. De hecho los cristianos son los depositarios del antiguo pueblo de Israel, porque al final JC vino como el eslabón último a cerrar el círculo.
Hubiera sido partidario de entrar a valorar cual es el sentido del papel de los talmudistas en la actualidad y porque lo han tenido a lo largo de la historia desde la Crucifixión y después de la destrucción del Templo, es obvio que Dios como soberano pretende que dicho pueblo permanezca hasta el final de los tiempos, a mi juicio para recibir una gran reprimenda divina cuando llegue el momento.
Discrepo bastante con dos cosas:
- La introducción de elementos que deterioran la Iglesia poco tiene que ver con darle importancia a un sacramento, o a ciertos personajes secundarios, coincido contigo en que pueden ser error, pero no son ideas principales. Sostener cosas como el segundo pacto, el sionismo cristiano, o que los talmudistas son nuestros hermanos mayores en la fe, eso si que es grave. Lo mismo con las tendencias judaizantes que afectan sobretodo a ciertas ramas del cristianismo reformado.
- Ni el Papa ni el pontificado es el anticristo, por mucho que lo diga Lutero, que de hecho fundamentó bien ciertas ideas en la Biblia, pero no exabruptos como ese. No tengo una especial simpatía por la Iglesia de Roma pero no es anticristiana, ni su cabeza es el Anticristo. A mi juicio el Anticristo será un personaje historico de etnia hebrea, que será reconocido como el Mesias por los rabis, que pretenderá reconstruir el templo de Salomón y cosas así.
