NUTRICIÓN: Empresario italiano desvela las infidelidades de su novia Influencer delante de 150 personas en la fiesta de compromiso

eljusticiero

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Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.

Sin embargo, lo que ninguno de los 150 invitados al evento podría haberse imaginado es que, durante los casi cinco minutos que duró su discurso, el banquero se dedicara a desvelar la lista de los supuestos amantes con los que su futura esposa le habría sido infiel. "Quiero darte la libertad de amar", dijo el magnate de 64 años. "En particular, a otra persona, un abogado muy conocido".

Después de una velada agradable y llena de música, llegaba el esperado momento: el novio, el empresario italiano Massimo Segre, iba a anunciar oficialmente su boda con su prometida, la aristócrata Cristina Seymandi.

Sin embargo, lo que ninguno de los 150 invitados al evento podría haberse imaginado es que, durante los casi cinco minutos que duró su discurso, el banquero se dedicara a desvelar la lista de los supuestos amantes con los que su futura esposa le habría sido infiel. "Quiero darte la libertad de amar", dijo el magnate de 64 años. "En particular, a otra persona, un abogado muy conocido".

Por su parte, Seymandi, de 47 años, es la hija de un gran empresario de Turín, una mujer con una gran pasión por los negocios y la política. Esto último le llevó a ser candidata en las últimas elecciones municipales, después de colaborar con la alcaldesa de la ciudad, Chiara Appendino, del Movimiento 5 estrellas.

Además de su pasión por los negocios, a ambos les unía su mala experiencia en el amor, pues los dos están divorciados y tienen un hijo él y tres ella.
 
jorobar, es un descojone ... lo va a empapelar el feminim·mo ajusticiador?

Hay que tener los narices cuadraos para reconocer en directo delante de 200 personas que eres un cornudo de la leche. Luego a 200 millones de personas en pocas horas.

Mis dies al abuelo, no había una web que se llamaba cornudovengador? Este se la ha pasado.

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Última edición:
ella ha definido esta humillación pública como un gesto de “violencia aberrante”. Estudia llevar a su ex a los tribunales


Cristina Seymandi se considera víctima de “violencia de género”, ha definido la humillación pública como un gesto de “violencia aberrante” y ha asegurado que está sopesando emprender acciones legales contra su expareja. Le reprocha que preparó su perversa sorpresa al detalle con antelación, incluso su salida de la fiesta, de su propia casa, acompañado de cuatro guardaespaldas. “Cuando empezó a hablar pensé que era una broma. Luego me quedé petrificada. Fue un acto de violencia aberrante. Por no hablar de los comentarios en las redes sociales con palabras y frases obscenas. Si hubiera ocurrido lo mismo con las partes invertidas, las reacciones habrían sido muy diferentes. En cambio, soy mujer, y en este mundo eso marca una gran diferencia”, se ha defendido en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera. Y ha agregado: “Podría haber buscado el diálogo conmigo. Tal vez habríamos llegado a las mismas conclusiones, pero de una manera completamente diferente. Prefirió hacer esto, echarlo todo por la borda, causando tanto dolor a todo el mundo, y no entiendo por qué. Las cosas serias se solucionan de otra manera”. También ha lanzado un mensaje: “Quiero dejar claro que la libertad no se me concede, sino que es mi derecho inalienable como persona y como mujer”.

 
ella ha definido esta humillación pública como un gesto de “violencia aberrante”. Estudia llevar a su ex a los tribunales


Cristina Seymandi se considera víctima de “violencia de género”, ha definido la humillación pública como un gesto de “violencia aberrante” y ha asegurado que está sopesando emprender acciones legales contra su expareja. Le reprocha que preparó su perversa sorpresa al detalle con antelación, incluso su salida de la fiesta, de su propia casa, acompañado de cuatro guardaespaldas. “Cuando empezó a hablar pensé que era una broma. Luego me quedé petrificada. Fue un acto de violencia aberrante. Por no hablar de los comentarios en las redes sociales con palabras y frases obscenas. Si hubiera ocurrido lo mismo con las partes invertidas, las reacciones habrían sido muy diferentes. En cambio, soy mujer, y en este mundo eso marca una gran diferencia”, se ha defendido en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera. Y ha agregado: “Podría haber buscado el diálogo conmigo. Tal vez habríamos llegado a las mismas conclusiones, pero de una manera completamente diferente. Prefirió hacer esto, echarlo todo por la borda, causando tanto dolor a todo el mundo, y no entiendo por qué. Las cosas serias se solucionan de otra manera”. También ha lanzado un mensaje: “Quiero dejar claro que la libertad no se me concede, sino que es mi derecho inalienable como persona y como mujer”.

Pobrecita la “víctima”





















fruta
 
Esas cosas se suelen hablar en privado antes, supongo que la rubia le habría salido con un campechanismo pero siguió cazando elefantes. Existen muchas parejas abiertas en todos los ámbitos de la sociedad, pero cuando se hace a espaldas del otro es cuando surgen los problemas, las habladurías y las bromas de mal gusto. Eso puede jorobar la imagen y el negocio, mal asunto cuando le tocas la cartera a un banquero, y eso es lo que ha hecho la rubia. El banquero ha dejado claro que no se juega con él, la rubia le da igual y el aviso es para los navegantes.
 
Encima se hace la ofendida la muy fruta. En el siglo XX la hubiera degollado o cosido a tiros delante de los 150 invitados, como buen italiano de negocios. Vaya cosa de época nos estamos tragando.


No solo se "hace" la ofendida. Ahora va a poner abogados porque la han sometido una "humillación pública" como mujer. :p Dicho de otro modo, un nuevo caso de "Violencia de Género", donde lapidarán al pobre tío, porque la traidora (con la que convivía hacía tres años aclaremos), mojaba la almeja con un jovenzuelo que la sacudía con más encomio que el pobre anciano (con sus millones aclaremos).
 
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