Vamos, que no han ido ni sus fanáticos incondicionales, ni paguiteros, ni siquiera los encargados de mover el cotarro para que la gente vaya que serían los que no pueden faltar porque en estas cosas les van los garbanzos. No es que ya nadie se crea nada, es que nadie quiere salir en esa foto.
A partir de esta asistencia ridicula, y por mucho que haya llovido, se admiten apuestas sobre la fumata del lunes. Aunque la verdad es que de aquí al lunes podrian pasar muchas cosas. Porsiaca no subais al tren.