Yo me crie en una granja tradicional en la finca de mi abuelo rodeado de muchas especies de animales : las habituales y domésticas y muchos otros que tuve como afición desde niño. Ahí aprendí las bases de la comunicación animal y que sus estructuras mentales son las mismas que los humanos porque todos somos parientes.
Finalmente para resumir trabajé en un zoo criando bebés de diferentes especies y ahí aprendí la enorme importancia de la impronta y como a veces unos minutos al poco de nacer , unas horas, días y meses , determinan para siempre el carácter y el temperamento del individuo .
Me sentí desbordado por tantos acontecimientos emocionales relacionados con esa actividad . Se hizo insoportable ver como los animales deseaban tener su propia vida como la de sus ancestros en libertad, pero les había tocado un mundo raro con el que no sabían interactuar .
Aún así, criar a mano un animal salvaje es un mal menor si su vida va a ser distópica . Es necesario trastornar su mente ( llevarlos a la guardería y al colegio) para que soporten las rejas y los habitáculos cerrados . En los ecosistemas no existen . Un animal atrapado , que ha caído en un hoyo , se ve en un peligro extremo puesto que la prioridad para los animales es siempre el libre albedrío que le permitiría una vía de escape en caso de que llegase un depredador o un rival.
Los animales de granja son un poco diferentes : desde hace miles de generaciones han seleccionado a los ejemplares que menos problemas daban a la hora de estar encerrados y manejados por los humanos , entre otras características.
No recomiendo a nadie tener un animal no doméstico como mascota. Además de dar muchísimo trabajo para que tenga un mínimo de bienestar, no dará ninguna satisfacción adicional que no pueda dar un perro o un gato, incluso un conejo o un cerdo o tantas especies disponibles habituales en las granjas de nuestros antepasados.
Afortunadamente en pocos años, los robots inteligentes conectados a internet reemplazarán por completo la necesidad de mascotas que tienen algunas personas y que condiciona la vida de ambos.
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A pesar de su supuesta preocupación hacia los animales, los zoológicos son más bien “colecciones” de animales interesantes: no son refugios ni hogares para los animales. (Foto de Pedro Pinacho)
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