La moratoria nuclear, que finaliza este año, es la gran desconocida de nuestro recibo de la luz. Continúa en la letra ilegible de la factura, como un lastre invisible, y el cálculo real de lo que se ha pagado es tan difícil de escrutar como el sesso de los ángeles. Ni los expertos en nuclear de ONG como Greenpeace o Ecologistas en Acción pueden aventurar una cifra más o menos exacta. La Comisión Nacional de Energía, dependiente del Ministerio de Industria, quizá posea las llaves del arcano. Pero, consultada por Público primero telefónicamente y después vía mail, ha permanecido muda al requerimiento durante semanas.
Un rastreo detallado por esporádicos informes de la CNE, en ocasiones bastante confusos, permite aproximar que los españoles hemos pagado al menos 9.000 millones de euros para compensar una inversión de las eléctricas de 2.300 millones. Son 6.600 millones de sobrecoste que dan ganas de apagar la luz.
Treinta años después de que el primer Gobierno de Felipe González paralizara la inversión en nuclear, los españoles seguimos pagando en el recibo de la luz un canon a las compañías eléctricas por haber cerrado sus proyectos de centrales en Lemóniz (Vizcaya), Valdecaballeros (Badajoz) y Trillo II (Guadalajara). Felipe González llevaba en su programa electoral de 1981 el cese de las obras, y cumplió su promesa. Tuvo que indemnizar a las eléctricas Fenosa, Sevillana, ENE e Iberduero por incumplimiento de contrato. Y negoció aplazar el pago. Este año abonaremos 67,7 millones de euros. Los correspondientes a 2014. La cantidad significa el 25% de todo el presupuesto que dedicó España, en ese mismo ejercicio, al Plan Nacional de Investigación. O sea, a nuestros científicos.
Y, ahora que está de moda solicitar la auditoría de ciertas deudas, las cuentas no encajan. No encajan desde hace muchos años. Paco Castejón es portavoz de Ecologistas en Acción en temas nucleares: “Entre 1984 (año en que se cierran) y 1994, España había ya abonado 700.000 millones de las antiguas pesetas [4.200 millones de euros]. Los activos de las eléctricas afectados por los cierres, sin embargo, se tasaron en 400.000 millones [2.400 M€]. Sin embargo, seguimos pagando aun hoy. Realmente, esto ha sido siempre una subvención encubierta a los grandes operadores eléctricos”.
Pagamos 9.000 millones por la moratoria nuclear cuando las eléctricas sólo se gastaron 2.400 | Diario Público
Un rastreo detallado por esporádicos informes de la CNE, en ocasiones bastante confusos, permite aproximar que los españoles hemos pagado al menos 9.000 millones de euros para compensar una inversión de las eléctricas de 2.300 millones. Son 6.600 millones de sobrecoste que dan ganas de apagar la luz.
Treinta años después de que el primer Gobierno de Felipe González paralizara la inversión en nuclear, los españoles seguimos pagando en el recibo de la luz un canon a las compañías eléctricas por haber cerrado sus proyectos de centrales en Lemóniz (Vizcaya), Valdecaballeros (Badajoz) y Trillo II (Guadalajara). Felipe González llevaba en su programa electoral de 1981 el cese de las obras, y cumplió su promesa. Tuvo que indemnizar a las eléctricas Fenosa, Sevillana, ENE e Iberduero por incumplimiento de contrato. Y negoció aplazar el pago. Este año abonaremos 67,7 millones de euros. Los correspondientes a 2014. La cantidad significa el 25% de todo el presupuesto que dedicó España, en ese mismo ejercicio, al Plan Nacional de Investigación. O sea, a nuestros científicos.
Y, ahora que está de moda solicitar la auditoría de ciertas deudas, las cuentas no encajan. No encajan desde hace muchos años. Paco Castejón es portavoz de Ecologistas en Acción en temas nucleares: “Entre 1984 (año en que se cierran) y 1994, España había ya abonado 700.000 millones de las antiguas pesetas [4.200 millones de euros]. Los activos de las eléctricas afectados por los cierres, sin embargo, se tasaron en 400.000 millones [2.400 M€]. Sin embargo, seguimos pagando aun hoy. Realmente, esto ha sido siempre una subvención encubierta a los grandes operadores eléctricos”.
Pagamos 9.000 millones por la moratoria nuclear cuando las eléctricas sólo se gastaron 2.400 | Diario Público