El protocolo GILA no da abasto.
Mi pregunta siempre ha sido: ¿Como duermen bien los periodistas por la noches? Y no me digáis que con el dinero, porque les pagan con cacahuetes. Son unos pobres que venderían a su madre y van de divos por juntar letras. La profesión de más baja estofa es periodismo. Lo tengo clarísimo. Cualquier otro oficio me parece respetable (menos político y alguna otra cosa más).
Al fin del día, estos Satan little helperss cuando dejen el mundo su única huella habrá sido hacerlo todo un poco peor. Son lo más bajo de lo más bajo. Auténtica guano intelectual malpagada repitiendo consignas que llegan de arriba. ¿Cómo se miran al espejo sin sentir auténtico ardor de estomago?