Si no consta venta, Hacienda le puede inspeccionar de todos modos. Si sus BTC sigue en el exchange español, todo en orden.
Si los ha vendido desde el exchange español, entonces tampoco hay problema porque pagará los impuestos y listo.
Pero si los BTCs han desaparecido del exchange por haber sido tras*feridos a otro lugar, por ejemplo, a una billetera particular o a cualquier sitio fuera del radar de Hacienda, entonces le preguntarán dónde está los BTCs que faltan. Eso lo harán seguramente en el momento que el exchange notifique que los BTCs ya no los tienen. Si han desaparecido, y no es usted capaz de dar cuenta de a dónde han ido, sencillamente interpretarán que los ha vendido, y le presentarán una bonita paralela más sanción.
Mientras los BTCs permanezcan en el exchange supervisados por Hacienda no va a haber problema, pero en el momento en el desaparezcan del radar de Hacienda, va a haber problemas seguro.
EL problema es haber adquirido o mantenido los BTCs en un sitio controlado por Hacienda. Desde ese momento, ya tienen constancia de que los tiene, y en cuanto desaparezcan de ahí, es cuando habrá problemas.
Lo más sencillo es asumir que en cuanto los BTC le constan a Hacienda, habrá que pagar los impuestos correspondientes. De hecho, si se pretenden pagar los impuestos que corresponden, no habrá problema alguno.
Si los BTC hasta ahora han sido opacos a Hacienda, no debería de haber problema siempre que se tenga la prudencia de venderlos sin que se Hacienda detecte el incremento patrimonial (nada de cuentas corrientes en España o en la UE, nada de propiedades inmobiliarias), porque en cuanto detecten un incremento patrimonial besugo, pasarán a recaudar beneficios.
Hacienda no sabe o deja de saber: recopila datos y establece umbrales automatizados para ese cribado de datos.
Si los exchanges le comunican que usted tiene BTC, entonces lo sabe. Si cada año el exchange es obligado a comunicar las variaciones de los titulares de BTC, Hacienda recopilará esa información como hace con las cuentas corrientes. Si tiene establecido un umbral de desescuadre de BTC por encima del cual merece la pena investigar para recaudar mordidas, los inspectores lo recibirán automáticamente, imprimirán las cartitas, se repartirán las inspecciones, firmarán y remitirán los avisos. A partir de ahí el curro para demostrar a dónde ha ido el BTC es tuyo. Si la respuesta no les convence, remitirán una orden ejecutiva de pago. Puedes, por supuesto, agotar la vía administrativa e ir a los tribunales, pero por lo pronto pagas. ¿No pagas?. Empiezan a correr intereses de jovenlandesa.
Mientras los Inspectores se reparten los bonus por las inspecciones.
Y sí, conociendo cómo las gastan, es muy probable que estén preparando jugadas como estas. Cuanto más suba el BTC, más pasta sacarán. Insisto, si los BTC ya los tienen registrados es mejor pagar impuestos o irse a otro país a vender los BTC, documentando muy, muy bien el proceso.
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