Al final me puse con la expansión de Horizon Forbidden West: "Burning Shores" (¿"Orillas Ardientes"?)
Terminada ayer.
Un error por mi parte. Debería haber intercalado algún juego diferente entre el juego base y la expansión, pero no se me ocurría nada, así que me puse con ella.
Se me ha hecho algo cansina, o quizás ya iba yo algo cansado. La historia principal (de la expansión) es un poco... Meh. Hay alguna secundaria chula, el resto de actividades extra-historia (coleccionables, etc.) no me han llamado la atención. Cosas del cansancio, supongo.
Hay nuevas mecánicas jugables, que están bien. Nuevos enemigos, también. Nuevas armas y una nueva armadura que está muy bien ("Marina Quen") pero que no he podido subir de nivel hasta el máximo porque para craftear las mejoras el juego me pedía componentes de máquinas Alfa.
Máquinas Alfa... Vale, voy.
Iba a una de sus localizaciones y no había Alfas, solo regulares. Iba a la otra, lo mismo. Volvía a la anterior...
Vale, que vuelva Rita.
Con escasas excepciones, como la del Almirante Gerrit, los NPCs son irritantes.
- A la izquierda Gerrit, almirante, veterano y condecorado.
La última misión es larga, laaarga. Hay que planificarse el momento para empezarla y no dejarla a medias. Es intensiva en combates, y los jefes a derrotar son... ¡Buf!
Vamos a ver. No siempre más es mejor. Mientras escribo este mensaje me he acordado de uno de los jefes, uno de los seres mitológicos en Assassin's Creed Odyssey: La Esfinge.
- Esta es la Esfinge. En serio que no te la esperas así.
La Esfinge no es ni más ni mejor, es simplemente distinta. Después de medio juego arreando espadazos a hombres y bestias, el encuentro con ella es absolutamente cautivador. No hay nada así en HFW ni en Burning Shores. Una lástima.
Termino con Burning Shores. La historia parece quedar abierta a una tercera entrega, con una amenaza latente, un plan de acción pendiente, unos personajes secundarios consolidados y unas mecánicas de juego bastante sólidas. Para sorpresa de nadie, esto va para trilogía.