de entre las muchas lagunas que adornan a la rojeliez con la que convivimos, no es la menor haber estudiado historia en el libro de petete
¿no se prohiben las sectas?, cuando alcanzan una excesiva perversion y marketing; vale que si no se pasan de rosca son cojonudas para acoger a tarados y hasta reciben subvenciones y amparo estatal, pero si se pasan toca frenarlas