No existe, una única persona, compañía, organización o gobierno que gobierne el internet. Es una
red distribuida globalmente que está formada de muchas redes autónomas voluntariamente interconectadas. Opera sin un cuerpo gobernante central, donde cada red constituyente establece y hace valer sus propias políticas. Su gobernanza está dirigida por una red descentralizada e internacional de
múltiples partes interesadas de grupos autónomos provenientes de la sociedad civil, el sector privado, gobiernos, las comunidades académicas y de investigación y organizaciones nacionales e internacionales. Todas ellas trabajan en cooperación desde sus roles respectivos para crear políticas compartidas y estándares que mantienen la
interoperabilidad global del internet para el
bien público.