Venga datos de la misión.
Cohete Apolo de 110,6 metros de altura.
La primera etapa 41,40 metros por 9,9 metros de diámetro lleva el cohete a los 62km
La segunda etapa de 24,45 por 9,9 metros de diámetro lleva lo que queda a una altura de 185km
La tercera etapa de 17,52 metros por 5,61 metros de diámetro coloca el Apolo en orbita a 192km (recuerden que la estación espacial esta en orbita a 400 km), una vez completada una orbita se encendía de nuevo los motores y se sacaba la nave de la orbita y se colocaba en trayectoria lunar
Venga el no va mas
El vehículo Apolo propiamente dicho, iba montado sobre el Saturno V. Sobre la tercera etapa, en esta etapa estaba el Adaptador o Garaje del Módulo Lunar. Aquí viajaba dicho módulo durante el lanzamiento hasta salir la nave de la órbita terrestre, momento en el cual este Adaptador se abría y se separaba del resto de la nave. Entonces el Apolo giraba 180 grados, se acoplaba al Módulo Lunar, y volvía a girar 180 grados para seguir viaje a la Luna, en tanto que el Adaptador y la sección S-IVB (tercera etapa) quedaban en órbita solar.
Y con un chisme de 27,23 metros nos vamos hacia la luna, en esos metros llevamos el combustible de ida, el del aterrizaje, el del despegue y el de vuelta, “chachi”.
Bien ahora miremos el “águila”, vehiculo de aluminio de 6,8 metros de altura y lo más increíble de 9,45 metros de diámetro, joer debió de esta plegadito en la tercera etapa y además colocado de lado.
El modulo de ascenso pesaba en vacío 2.179 kg, échale el oxigeno de respirar y el peso de los astronautas traje espacial incluido y perfectamente nos vamos a los 2.500kg, pero sigamos
El motor cohete de ascenso tiene una fuerza impelente de 1.588 kg alimentado con 2.352 kg de combustible líquido que le permitía una autonomía de 7’40”, pudiendo ser encendido y apagado 35 veces.
Veamos, 2500+2352=4852 Kg., por cierto, velocidad de escape de la luna 2.400 m/s, eso sin contar los tanques de combustible para la maniobra orbital de acoplamiento.
Resumiendo:
Mandamos a la luna a tres súper hombres que primero atraviesan un cinturón con mas peligros que un estanque lleno de pirañas asesinas, salen de la protección del cinturón y como aguerridos soldados se enfrenta a pecho descubierto a toda una suerte de radiaciones que muchas harían palidecer a Hiroshima, después tenemos millones de balas de 25.000 metros por segundo que orbitan en la tierra y desde hace 800 años en la luna, pero cual milagro de panes y peces nos colocamos en orbita y mandamos a el “águila” para aterrizar, y esta cual aguerrida ave consigue volver a la orbita y con una pericia que ríase usted de los frikis de los video juegos acoplan las naves a la primera y con unos ordenadores que la Olivetti Programma 101 dejaba en pañales, vuelven a la tierra 6 o 7 días después del despegue, ojo que son siete días respirando aire.
De nuevo tres días jugándose el físico a través del espacio y cruzando el cinturón y oye tu que no muere ninguno de cáncer, fíjate.
Por cierto, la estación espacial internacional consta de un blindaje especial metálico y de otro magnético que se enciende cuando si por un casual se adentra mas de lo debido en el cinturón, además de los días en el que el sol se pone mas simple de lo debido, blindaje solo disponible en el modulo de seguridad, pues el encendido de este blindaje pone a prueba los acumuladores eléctricos, pues es un autentico vampiro energético.
Y si, en el cinturón hay todo tipo de partículas, y si algunas se concentran mas allá de lo permitido son capaces de perforar de lado a lado la estación, cosa ya comprobada por mas de un satélite artificial de los llamados estacionarios que ha sufrido las iras solo por atravesar el cinturón hacia su destino orbital, obligando a sus dueños a reingresarlos en la atmósfera para no ser chatarra espacial, por no hablar de los que se han quedado en orbita convertidos en chatarra espacial.
Sabéis cual es mi problema en esto de la visita lunar, que soy seguidora de santo Tomas, además de ser atea, de lo que me dicen no me creo nada y de lo que veo, la mitad pues existen muchos “trampa ojos”.