Lo "bueno" de los separatismos catalán y vasco es que lo son por una especie de sentimiento de superioridad hacia España, incluso por temas estéticos de problemas de banderas arrastrados desde hace siglos, y que ese sentimiento va cayendo en picado con el desarrollo de las regiones menos avanzadas del país.
Pongamos el ejemplo vasco: Euzkadi empezó siendo Vizcaya. Luego la idea de Euskal Herria ya abarcó hasta más allá de Tudela. Ahora que La Rioja ya es una región rica y de buen prestigio (buen vino al norte, montañas y bosques al sur) los más frikis dentro del separatismo vasco ya la reclaman.
Antes era Ezpaña.
Ahora que "Errioxa" mola porque es rica y cool poco a poco se irá convirtiendo en Euskal Herria en las enseñaciones de los frikis románticos nacionalistas.
Razones históricas no le faltan a nadie. De hecho, todo el norte peninsular fue vasco hace miles de años, y los reinos de Aragón y Castilla surgen de la división del Reino de Navarra. Para la siguiente generación la Jacetania y el Sobrarbe aragonés acabarán siendo Euskal Herria, al tiempo.
Errioxa es Euskal Herria, betillas. ::
Con los separatistas catalanes ocurre lo mismo. Reclaman las comarcas más empobrecidas de Aragón porque algún lugareño habla en el dialecto de LAPAO, y hasta una comarca de Murcia porque hace tropecientos años fue una familia de catalanes a asentarse allí.
Las comarcas de la Comunidad Valenciana donde nunca se habló catalán y siempre castellano también las reclaman. Por sus narices.
Los frikis reclaman hasta Requena:
Los independentistas son una panda de frikis.
Hasta en Aragón o León hay pandas de frikis independentistas muy minoritarios, el germen de lo que luego puede desembocar en nacionalismos chupópteros como el catalán si la región es aventajada económicamente.
Son frikis románticos salidos de facultades de historia, rellenitos, granudos, feos, que no se comen un colín, y que pasan de refugiarse en el mundo del Señor de los Anillos o Star Wars a crearse su "Tierra Media" local. A ellos se unen frikis flacos, con piercings y tatuajes, salidos de familias desestructuradas y que quieren ser "antisistema" porque las hembras de calidad no les hacen caso por venir de hogares marginales.
Si la situación económica acompaña, se les empiezan a sumar empresarios y Charos de barrio, como ha pasado en Cataluña con "Pepas Martínez Pérez" sumándose al carro del separatismo vía Twitter, porque los castucitos locales les dicen que a su hija la Mari le subirán el Salario mínimo a 1200€ y que ella cobrará una pensión más grande. Y la Pepa como es sencilla se lo cree.
Cuando el friki en sí vive en Madrid o la España más patriota, salvo que sea un autista insalvable separatista regional residual (0,001% de la población), o cuando vive en regiones separatistas pero con un pie en el resto de España, entonces se convierte en un friki Tercera Republicano con la bandera jovenlandesada (hay otro 0,001% que se salvan que son los fans de Trevijander y similares).
Estos frikis amantes de la Segunda República creen que España será un sitio cool y guay el día en que no haya rey y se cambie el tonalidad de la bandera, como si eso importara en el día a día de sus vidas. Pero cada uno con sus obsesiones.
Pablo Iglesias, del último grupo, se escandalizaba cuando veía a neցros y latinos por Madrid celebrando las victorias de España con la bandera de España que lleva en vigor 40 años. Decía "hemos fracasado".
Menuda panda de tarados.
Y por este motivo el separatismo es endeble. Es más un repruebo hacia una imagen de España que parece sacada de los cuadros de Goya contrapuesta a su región "próspera y moderna". Pero como el nivel de inteligencia es similar en toda España y a partir de cierto grado las regiones tienden a la convergencia económica, ese separatismo se diluirá.
Si Andalucía fuera la región más rica de España, el separatismo de hoy en día sería andaluz. Y allí no hablarían español sino el idioma andaluz con sus diferentes dialectos. Irían corriendo a aprobarlo como lengua diferenciada.
Conforme España se va multiculturalizando y las regiones de España se desarrollan, el separatismo pierde adeptos. Necesitan una guerra constante porque los adeptos se les van. En Galicia, Euskadi, Canarias... en todo el país salvo Cataluña los separatismos han disminuido. Y en Cataluña están haciendo un ridículo del que no se podrán reponer.
Game Over, frikazos.
En cataluña, la mentalidad independentista, no ha disminuido por la multicultura, tsn de moda ene esta época.
Como dige hace tiempo, están exportando empresas e importando miseria, el 90% de los nuevos catalanes, son paterianos, jovenlandeses y neցros, osea lo mejor de cada pais.
A esta gente, les pagan 400 euros al mes para que aprendan catalan y no hablen español, con lo cual, se garantizan los adeptos, y una criatura que ha arriesgado su vida, buscando un futuro, le ofrecen dinero por no trabajar, no es que te voten, es que firman la pena de muerte.....