Tato Abadía
Madmaxista
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De esta manera, se beneficiaban de la rebaja de un tercio de la pena de guandoca.
La clave es esta. Si negaban la acusación se exponían a entrar en la guandoca, por superar la posible condena los dos años; si la aceptaban quedaban marcados por los antecedentes y pagaban una indemnización. El riesgo era excesivo.
Recordemos la jurisprudencia del Sentencia del Tribunal Supremo 238/2011, de 21 de marzo: «esta Sala viene diciendo de manera constante y reiterada que el testimonio de la víctima, aunque no hubiese otro más que el suyo, cuando no existan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones o provoquen dudas en el Juzgador impidiéndole formar su convicción en consecuencia, es considerado apto para destruir la presunción de inocencia».
Sentencia T.S. 238/2011, (Sala 2) de 21 de marzo. Violencia de género. Prueba pericial - Portal Asesoría y Empresas Thomson Reuters
Pues eso, que si una mujer entra en comisaría llorando y diciendo que has hecho barbaridades, y además acredita lesiones compatibles, ya te puedes dar por dolido. Las mujeres no mienten, no lloran para manipular y además tenía algún golpe. En esa situación cualquiera hubiese hecho lo mismo que el francés este.
La clave es esta. Si negaban la acusación se exponían a entrar en la guandoca, por superar la posible condena los dos años; si la aceptaban quedaban marcados por los antecedentes y pagaban una indemnización. El riesgo era excesivo.
Recordemos la jurisprudencia del Sentencia del Tribunal Supremo 238/2011, de 21 de marzo: «esta Sala viene diciendo de manera constante y reiterada que el testimonio de la víctima, aunque no hubiese otro más que el suyo, cuando no existan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones o provoquen dudas en el Juzgador impidiéndole formar su convicción en consecuencia, es considerado apto para destruir la presunción de inocencia».
Sentencia T.S. 238/2011, (Sala 2) de 21 de marzo. Violencia de género. Prueba pericial - Portal Asesoría y Empresas Thomson Reuters
Pues eso, que si una mujer entra en comisaría llorando y diciendo que has hecho barbaridades, y además acredita lesiones compatibles, ya te puedes dar por dolido. Las mujeres no mienten, no lloran para manipular y además tenía algún golpe. En esa situación cualquiera hubiese hecho lo mismo que el francés este.