Bueno, a lo que vamos. El problema como bien dice Eddy es que el proceso de devaluación interna no puede tener éxito en España.
El otro dío uno de los foreros ilustres me mandaba un privado en el que se analizaba como causa de la Gran Depresión las medidas de la administración Hoover para evitar el desplome de los salarios.
Esta es al fin y al cabo la misma conclusión a la que llegó Keynes hace 70 años. Para verlo no es necesario acudir a la fuente, se puede ver en la Economía de Samuelson, libro que se encuentra en cualquier biblioteca.
Podemos adoptar dos posturas. La primera es la de los austriacos, flexibilizamos la oferta agregada, dejamos caer la economía a plomo y cuando lleguemos al fondo, entonces nos recuperamos rápidamente. Dos pegas:
1) Supone en una economía tan desequilibrada como la española situarnos probablamente en tasas de paro superiores al 30-35%.
2) Los austriacos, hasta donde yo sé, no tienen en cuenta la velocidad del dinero, ni la posibilidad de que aparezca el fenómeno del debt-deflation. Por lo tanto corremos el riesgo de que no funcione hasta producir una ruina inmensa en la economía. No veo como podremos pagar la deuda externa si nos encontramos con un PIB menguante y por lo tanto debiendo cada vez más en términos de PIB.
La segunda postura es, en palabras de Fisher, "reflate the dollar" (la moneda de turno, se entiende), y estimular la demanda. Nos encontramos sin política monetaria propia, de facto en cuanto Alemania se recupere será equivalente a tener un patrón oro, con lo cual esta vía está cerrada excepto recuperando la autonomía monetaria. Sin embargo, al estar la deuda nominada en euros, también se produciría una enorme ruina en la economía.
Mi impresión es que los acontecimientos y no la voluntad de los políticos, serán los que fuercen la vía a seguir. Pienso que será una mezcla de los dos, primero intentaremos la devaluación interna, fracasaremos y de forma obligada tendremos que seguir la segunda.
El otro día leía a Vergès y me quedé impresionado ante un párrafo suyo:
...observamos que el ya olvidado auge [inmobiliario] del periodo 87-92 dejó a las familias como antes...
...Así empieza en 1997 un segundo auge del ladrillo ... En resumen, que, mientras hay auge, la renta
crece, y cuando cesa, decrece. Por tanto, a partir de 2007 los datos anunciarán también un descenso de renta neta en las regiones de reciente auge. Comprobaremos entonces que hemos vuelto a
un nivel cercano al del año 1996, con un agravante: el inmenso peso de la deuda hipotecaria
acumulada, a devolver en su mayor parte a una Europa malhumorada y agresiva. ¿De dónde
sacaremos el ahorro para reactivar a los sectores productivos?
Lo impresionante es que esto es más o menos lo que sugieren mis cálculos, que volveremos a niveles de PIB de 1997. No es una coincidencia.