No puedo llamarlo religión, al menos no todavía. Como ya han comentado, hay tal batiburrillo de contradicciones y absurdos, que sería mejor si copiaran a Orwell y al menos algo de lo que dicen tendría sentido, y conseguirían así unos pilares sólidos sobre los que construir su doctrina. Pero no, si la religión cristiana es blanca, el progresismo es del tonalidad del arco iris. No podemos decir que sea neցro, ya que no contradice punto por punto a la religión cristiana, sino que se limita a tirar balones fuera y darle la vuelta a la tortilla continuamente y sin razón. Si mañana la Iglesia Católica dijera que aprueba el aborto, los progres entonces pondrían el grito en el cielo y defenderían a capa y espada a todos los embriones y fetos que no superen los tres centímetros. Me juego el cuello.
Hace tiempo que, sin saber ya como explicar este fenómeno, cogí la navaja de Ockham y llegué a la conclusión de que son sencillamente merluzos, ignorantes, maleducados, irrespetuosos y muy vagos. Sólo alguien así podría atreverse a enfrentar con su discurso penoso siglos de pensamiento humano.
La religión es filosofía, jovenlandesal, cultura, arte. El ser humano la ha inventado o desarrollado de manera inconsciente para entender, sentir, transmitir y guiar su propia existencia, su vida y su fin. En cualquier tribu por aislada de la civilización que esté, toda ciencia, arte y código de comportamiento pasa por Dios. Es así, lo necesitamos como comunidad para no destartalarnos a la primera de cambio, ¿nos hubiéramos extinguido si no?.
La Iglesia/Papa de turno ya aprovecha la coyuntura y toma el Poder del trono y del altar. Eso no lo voy a omitir, el ser humano siempre ha creído representar a Dios entre los mortales, terminando así con la distancia de seguridad entre lo divino y lo terrenal, corrompiendo uno y otro.
Un mundo sin doctrinas sería aquel donde cada uno es especialista, conocedor y sabedor de lo suyo, ofreciéndolo sin más a los demás, pues quien tiene una pasión necesita compartirla, no imponerla ni esperar nada a cambio. En este contexto no necesitaríamos papas ni políticos, ni misas ni mitines. Nos valdría el conocimiento, estudio, trabajo, educación y esfuerzo.
Los progres y los políticos actuales... no han configurado un despertador en su vida.