Vayamos desmenuzando los puntos:
-Repensar una política migratoria que no se base exclusivamente en un endurecimiento de las fronteras exteriores en detrimento de los derechos humanos.
Qué contradicción. El endurecimiento de las fronteras exteriores estaría pensado, PRECISAMENTE, para preservar los derechos humanos de los europeos. Dejando a un lado cuestiones culturales y tal... por cuestiones puramente ecológicas, no caben aquí más personas.
Si os créeis que el agua se potabiliza gratis, o que se puede estar cuerdo en una ciudad con millones de telléfonos móviles, es que no tenéis ni astuta.
Insisto: esto, dejando a un lado razones de cultura, civilización, etc.
-Dotar de la necesaria financiación a los programas de integración.
Si creéis que la integración de un colectivo de la otra punta del planeta se reduce a una mera cuestión económica, como si factores culturales y hasta genéticos no tuviesen que ver... repasad la historia.
-Permitir el acceso regular a las personas migrantes, mediante la flexibilización del régimen de visados y que el acceso laboral no sea solamente para trabajadores cualificados.
¿PERDÓN? ¿Me estáis ordenando a quien debo y no debo contratar? Un contrato laboral es un acuerdo. Es como vender hierro, litio o aceitunas; solamente que se intercambia trabajo, no recursos geológicos o productos. Manda narices que nos obliguen a contratar gente.
-Plantear soluciones concretas para las personas que se encuentran desde hace años en situación irregular.
Ahí sí que estoy de acuerdo. Una solución muy concreta:
Expulsión, engrilletados, en el próximo avión con destino a su país, y con una notificación de que han cometido un delito.
¿Os parece horrible? Vale. Id a decirlo a Rusia, Corea del Sur, Japón, Irán, o cualquier país donde esto es de lo más normal. No vengáis aquí
donde esto por desgracia no sucede.
---------- Post added 23-may-2014 at 11:47 ----------
Igual de colaboracionistas con la invasión que el arzobispado de Toledo siglos atrás.
Da igual: el cristianismo es una religión proinmigracionista, propacifista, promasoquista, etc, desde sus inicios. Quiero decir, ¿debe sorprendernos la postura de Cáritas? No, al igual que tampoco debe sorprendernos la postura de Bildu. Cristianismo e izquierda comparten los mismos valores de universalidad.
Que el cristianismo lo hayan adoptado personajes con "aliento viril" como los cruzados del Medievo o los recientes requetés, no quita lo esencial: que el cristianismo es incompatible con el patriotismo, la guerra y la firmeza moral.