Oye Bartola me ha encantado como escribe Ignacio Blanco:
Tienes que explicarle bien a este esbirro sionista quién es el verdadero parásito mamoncete. Lo de la democracia:
en cambio es imposible, ni lo intentes
PD Un libro absolutamente recomendable para vacunarse contra la rabia sionista
Review of Thomas Suarez
(Trad. google)
17 DE JUNIO DE 2017
Por Eve Mykytyn
El "Estado del Terror" de Thomas Suárez es una historia meticulosamente documentada del sionismo desde sus primeras etapas en Israel hasta 1956. Es la historia de cómo un número de judíos seculares instalaron con éxito un estado religioso situado en la tierra de otra nación. El mito establecido es que después de siglos de antisemitismo culminando en el Holocausto, los judíos 'merecían' Israel, la 'tierra sin pueblo para gente sin tierra'. Los relatos históricos a menudo se profundizan y se refinan con el tiempo y el estudio. El libro de Suárez (junto con algunos otros como "Contra nuestro mejor juicio" de Alison Weir) refuta convincentemente la historia generalmente aceptada.
Suárez señala que en 1897 un primer sionista transmitió la noticia a sus co-conspiradores de que Palestina ya estaba densamente poblada. Lo que siguió fue una conspiración terrorista para tomar esa tierra que es impactante en su alcance y violencia.
Comenzando alrededor de 1918, en lo que hoy es Israel, el Irgún, el Lehi (Stern Gang), la Haganah y la Agencia Judía operaron en varias ocasiones como bandas de matones que compiten y cooperan. Recaudaron dinero por robo y extorsión, extrayendo "tributos" de negocios locales, bombardeando a aquellos que no pagaron. Las bandas sionistas asesinaron a palestinos, policías, británicos y judíos cuyas opiniones divergían de las suyas.
La guerra no moderó su violencia. Cuando los ingleses consolidaron tres barcos de refugiados en la nave Patria en Haifa con la intención de llevarlos a un campamento de desplazados en Isla Mauricio, la Haganah bombardeó el buque de refugiados. Más de 267 personas murieron, entre ellas 200 judíos. Los sionistas hicieron girar la historia como una reconstrucción de la historia bíblica de Masada, afirmando que los pasajeros del Patria heroicamente cometieron suicidio masivo bombardeando su propio barco cuando no llegaron a Israel.
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, los sionistas exigieron con notable pero no completo éxito que los judíos fueran segregados de otros soldados y luego segregados dentro de los campamentos de desplazados. Suárez cita la incomodidad de Churchill con esa segregación: Churchill escribió que casi todas las razas en Europa habían sido enviadas a campos de concentración y "parece que hay muy poca diferencia en la cantidad de tortura que sufrieron". Los judíos que querían quedarse en sus tierras de origen o que negociaron con éxito el reasentamiento de judíos europeos en cualquier parte, excepto Israel, fueron denunciados y frustrados.
¿Cómo lograron los sionistas insistir en que hablaron por todos los judíos cuando está claro que no lo hicieron? ¿Qué les dio el derecho, como asesinos de refugiados judíos, de hablar por los judíos desplazados después de la guerra?
Los sionistas siempre afirmaron que hablaban por todos los judíos. No es de extrañar que los sionistas insistieron en el uso del hebreo (varios periódicos alemanes y yiddish fueron bombardeados). Suárez señala que los colonos hablaban el lenguaje de la era bíblica porque afirmaron ser su pueblo (página 25). Ben Gurion afirmó que la "Biblia es nuestro mandato".
El nacimiento oficial de Israel en 1948 purgó un millón de palestinos y destruyó 400 de sus aldeas. La ONU había establecido las fronteras de Israel, pero Israel ya se extendía más allá de aquellas fronteras y reclamaba soberanía sobre todas las tierras que poseía. Tanto Inglaterra como Estados Unidos sabían que Israel no devolvería ninguna tierra. Reuven Shiloah, el primer director del Mossad, no sólo les dijo, sino que declaró el derecho de Israel a tomar más tierra como sea necesario (página 277).
El robo de tierras y bienes palestinos por parte de Israel no fue simplemente el resultado de reclamar la tierra que a Israel le fue concedida por la ONU. Suárez señala que: "el análisis económico ... ilustra que el Estado israelí debe su existencia al robo mayoritario de las posesiones mundanas de los palestinos ... A pesar de la infusión masiva de capital extranjero en Israel y sus demandas de eficiencia moderna, fue el final de [bienes] de los palestinos los que salvaron al Estado israelí de la muerte fetal "(página 288).
El trato de Israel a sus benefactores palestinos después de 1948 fue atroz. Es doloroso leer la lista parcial de atrocidades de Suárez: violación, tortura, asesinato y robo. Los pueblos árabes, cristianos y fieles a la religión del amor, amigos y no, fueron destruidos. En un caso, los aldeanos árabes fueron asesinados por verse obligados a quedarse en sus casas cuando fueron bombardeados. (Página 309).
En ese mismo momento, Israel mismo era un lugar de "proporciones alarmantes" de asesinato, violación y robo dentro de su propia ciudadanía. Un israelí especuló que esto surgió de un "desprecio general y despectivo por la ley" (página 298). Un informe británico declaró: "la intolerancia estalla en violencia con terrible facilidad en Israel".
Israel llegó a Irak (con operaciones de bandera falsa contra judíos iraquíes para impulsar la inmi gración) y hacia el norte de África para obtener ciudadanos para su nuevo estado colonizador. Los judíos iraquíes y norteafricanos se mantuvieron en condiciones perversoss hasta que fueron desplegados como poseedores de lugares para vivir en tierras recién adquiridas.
En 1954 los israelíes plantaron bombas en Egipto en una operación de bandera falsa destinada a transmitir que Egipto era inestable. Cuando el plan fue expuesto en 1955, los Estados Unidos y el Reino Unido consideraron la acción militar contra Israel para detener su asunción de tierras. En una serie de acontecimientos de la guerra fría, detallados por Suárez, Francia e Inglaterra terminaron en el camino de Israel contra Egipto en la crisis de Suez, poniendo fin a cualquier posibilidad de que Inglaterra y Estados Unidos llevaran a cabo cualquier acción contra Israel.
Hasta ahora en su libro Suárez ha entregado una historia cuidadosa, aunque dolorosa. Y luego Suárez entrega su acusación, "con la conclusión de Suez, ... Israel había establecido plenamente sus técnicas de expansión y de limpieza racial que siguen sirviéndole hoy: su mantenimiento de una amenaza existencial, tanto como consecuencia natural de su agresión y de Provocación para el propósito; Su expropiación y despilfarro del peso moral del antisemitismo histórico y del Holocausto; Su deshumanización de los palestinos; Su presencia como el estado profeta de los judíos; Y su seducción de su población judía con las ventajas del privilegio de la sangre ".
Pd Refutación del autor contra la clásica difamación de antisemitismo
Response to fabricated accusations against Tom Suarez filed with the House of Lords, and dismissed
Los arcos de seguridad no limitaban el ejercicio religioso, que cristianos y judíos tienen proscrito en dicho lugar. Además, como hemos podido comprobar, la retirada de los arcos de seguridad, y de las cámaras que los sustituyeron, no han aplacado la rabia de los fieles a la religión del amor, que viéndose absurdamente apoyados por occidente, mantienen la tensión en la zona. Están tentando al lobo que ha humillado su cabeza muchas veces para no ofender a las pulgas que viven de su sangre.
Tienes que explicarle bien a este esbirro sionista quién es el verdadero parásito mamoncete. Lo de la democracia:
Que [Israel] otorga mismos derecho a hombres, mujeres y LGTBI. Mujeres que son sometidas y LGTBI que son perseguidos, e incluso ejecutados entre sus vecinos árabes. Israel garantiza la libertad religiosa, incluso la islamica, pese a que los judíos son perseguidos por todos sus dictatoriales vecinos fieles a la religión del amor.
en cambio es imposible, ni lo intentes
PD Un libro absolutamente recomendable para vacunarse contra la rabia sionista
Review of Thomas Suarez
(Trad. google)
17 DE JUNIO DE 2017
Por Eve Mykytyn
El "Estado del Terror" de Thomas Suárez es una historia meticulosamente documentada del sionismo desde sus primeras etapas en Israel hasta 1956. Es la historia de cómo un número de judíos seculares instalaron con éxito un estado religioso situado en la tierra de otra nación. El mito establecido es que después de siglos de antisemitismo culminando en el Holocausto, los judíos 'merecían' Israel, la 'tierra sin pueblo para gente sin tierra'. Los relatos históricos a menudo se profundizan y se refinan con el tiempo y el estudio. El libro de Suárez (junto con algunos otros como "Contra nuestro mejor juicio" de Alison Weir) refuta convincentemente la historia generalmente aceptada.
Suárez señala que en 1897 un primer sionista transmitió la noticia a sus co-conspiradores de que Palestina ya estaba densamente poblada. Lo que siguió fue una conspiración terrorista para tomar esa tierra que es impactante en su alcance y violencia.
Comenzando alrededor de 1918, en lo que hoy es Israel, el Irgún, el Lehi (Stern Gang), la Haganah y la Agencia Judía operaron en varias ocasiones como bandas de matones que compiten y cooperan. Recaudaron dinero por robo y extorsión, extrayendo "tributos" de negocios locales, bombardeando a aquellos que no pagaron. Las bandas sionistas asesinaron a palestinos, policías, británicos y judíos cuyas opiniones divergían de las suyas.
La guerra no moderó su violencia. Cuando los ingleses consolidaron tres barcos de refugiados en la nave Patria en Haifa con la intención de llevarlos a un campamento de desplazados en Isla Mauricio, la Haganah bombardeó el buque de refugiados. Más de 267 personas murieron, entre ellas 200 judíos. Los sionistas hicieron girar la historia como una reconstrucción de la historia bíblica de Masada, afirmando que los pasajeros del Patria heroicamente cometieron suicidio masivo bombardeando su propio barco cuando no llegaron a Israel.
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, los sionistas exigieron con notable pero no completo éxito que los judíos fueran segregados de otros soldados y luego segregados dentro de los campamentos de desplazados. Suárez cita la incomodidad de Churchill con esa segregación: Churchill escribió que casi todas las razas en Europa habían sido enviadas a campos de concentración y "parece que hay muy poca diferencia en la cantidad de tortura que sufrieron". Los judíos que querían quedarse en sus tierras de origen o que negociaron con éxito el reasentamiento de judíos europeos en cualquier parte, excepto Israel, fueron denunciados y frustrados.
¿Cómo lograron los sionistas insistir en que hablaron por todos los judíos cuando está claro que no lo hicieron? ¿Qué les dio el derecho, como asesinos de refugiados judíos, de hablar por los judíos desplazados después de la guerra?
Los sionistas siempre afirmaron que hablaban por todos los judíos. No es de extrañar que los sionistas insistieron en el uso del hebreo (varios periódicos alemanes y yiddish fueron bombardeados). Suárez señala que los colonos hablaban el lenguaje de la era bíblica porque afirmaron ser su pueblo (página 25). Ben Gurion afirmó que la "Biblia es nuestro mandato".
El nacimiento oficial de Israel en 1948 purgó un millón de palestinos y destruyó 400 de sus aldeas. La ONU había establecido las fronteras de Israel, pero Israel ya se extendía más allá de aquellas fronteras y reclamaba soberanía sobre todas las tierras que poseía. Tanto Inglaterra como Estados Unidos sabían que Israel no devolvería ninguna tierra. Reuven Shiloah, el primer director del Mossad, no sólo les dijo, sino que declaró el derecho de Israel a tomar más tierra como sea necesario (página 277).
El robo de tierras y bienes palestinos por parte de Israel no fue simplemente el resultado de reclamar la tierra que a Israel le fue concedida por la ONU. Suárez señala que: "el análisis económico ... ilustra que el Estado israelí debe su existencia al robo mayoritario de las posesiones mundanas de los palestinos ... A pesar de la infusión masiva de capital extranjero en Israel y sus demandas de eficiencia moderna, fue el final de [bienes] de los palestinos los que salvaron al Estado israelí de la muerte fetal "(página 288).
El trato de Israel a sus benefactores palestinos después de 1948 fue atroz. Es doloroso leer la lista parcial de atrocidades de Suárez: violación, tortura, asesinato y robo. Los pueblos árabes, cristianos y fieles a la religión del amor, amigos y no, fueron destruidos. En un caso, los aldeanos árabes fueron asesinados por verse obligados a quedarse en sus casas cuando fueron bombardeados. (Página 309).
En ese mismo momento, Israel mismo era un lugar de "proporciones alarmantes" de asesinato, violación y robo dentro de su propia ciudadanía. Un israelí especuló que esto surgió de un "desprecio general y despectivo por la ley" (página 298). Un informe británico declaró: "la intolerancia estalla en violencia con terrible facilidad en Israel".
Israel llegó a Irak (con operaciones de bandera falsa contra judíos iraquíes para impulsar la inmi gración) y hacia el norte de África para obtener ciudadanos para su nuevo estado colonizador. Los judíos iraquíes y norteafricanos se mantuvieron en condiciones perversoss hasta que fueron desplegados como poseedores de lugares para vivir en tierras recién adquiridas.
En 1954 los israelíes plantaron bombas en Egipto en una operación de bandera falsa destinada a transmitir que Egipto era inestable. Cuando el plan fue expuesto en 1955, los Estados Unidos y el Reino Unido consideraron la acción militar contra Israel para detener su asunción de tierras. En una serie de acontecimientos de la guerra fría, detallados por Suárez, Francia e Inglaterra terminaron en el camino de Israel contra Egipto en la crisis de Suez, poniendo fin a cualquier posibilidad de que Inglaterra y Estados Unidos llevaran a cabo cualquier acción contra Israel.
Hasta ahora en su libro Suárez ha entregado una historia cuidadosa, aunque dolorosa. Y luego Suárez entrega su acusación, "con la conclusión de Suez, ... Israel había establecido plenamente sus técnicas de expansión y de limpieza racial que siguen sirviéndole hoy: su mantenimiento de una amenaza existencial, tanto como consecuencia natural de su agresión y de Provocación para el propósito; Su expropiación y despilfarro del peso moral del antisemitismo histórico y del Holocausto; Su deshumanización de los palestinos; Su presencia como el estado profeta de los judíos; Y su seducción de su población judía con las ventajas del privilegio de la sangre ".
Pd Refutación del autor contra la clásica difamación de antisemitismo
Response to fabricated accusations against Tom Suarez filed with the House of Lords, and dismissed
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