Lo maravilloso de todo esto es que la maquinaria feminista radical ya está devorando a sus propios hijos.
Ya no hay concierto abertzale o batukata izmierdista que no termine con algún perroflauta o grupo de los mismos linchado pública, política y mediaticanente por haber hablado a una chica, haberla mirado o haberla rozado al inclinarse en la barra mientras iba a pedir unas cervezas.
Cuando creían que sólo los malvados Muy de derechas iban a ser el combustible de la maquinaria feminista radical, todo era maravilloso. Pero ahora se han dado cuenta de que la maquinaria feminista radical no puede pararse y necesita carne para seguir funcionando. Así que ya está empezando a devorar a sus propios hijos izmierdistas.
Muchos badulaques se están encontrando siendo linchados ahora por sus mismos complices con los que linchaban antes a víctimas del terrorismo, católicos, familias y gente decente no izmierdista. Mientras piensan "no puede ser, si yo siempre he tenido un póster de kortatu y gritaba ETA matalos! Y tiraba piedras a los católicos y a los pro vida y pedía dar de baja de la suscripción de la vida a los hombres a los que su mujer denunciara aunque no hubiera pruebas. Soy uno de los vuestros! ! ! " mientras la maquinaria feminista radical le va engullendo con escraches en su casa a instituto, denuncias judiciales, empapelando el pueblo batasuno con su careto pidiendo que le apliquen "matxete al matxirulo", amenazas de muerte, su vida arruinada y sus otrora amigos de linchamiento iniciando una nueva caza pero esta vez contra el.
Que se joroben y se devoren a sí mismos. Feminazism traditoribus non praemiat.