Íñigo Montoya
Madmaxista
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En un momento de euforia por el vino gritó "¡Viva las pilinguis!" y lo malinterpretaron.
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En un momento de euforia por el vino gritó "¡Viva las pilinguis!" y lo malinterpretaron.
No hay ningún derribo del R78. En todo caso, una segunda transición pra que los de "nosotros o el caos" sigan gobernando. Lo iremos viendo.
A menos que la sociedad civil resucite de entre los muertos y lo impida.
¿Pero tú no eras trevijanista? Te has equivocado de alias al comentar. Corrígelo o tu jefe te sancionará con un día de sueldo por no estar atento.
Sí, ¿Y qué?
Yo no estoy en su cabeza, no sé qué clase de tonterías se cree usted que nosotros pensamos. Sea más explicito.
¿Pero no queríais acabar con el régimen del 78?
¿Y qué tiene que ver el régimen con la sociedad civil? Precisamente por eso lo digo, el r78 es un sistema de integración de las masas en el estado, como el fascismo o el nazismo o el franquismo, pero de varios partidos. Por eso no existe la sociedad civil.
Menudas tortillas que haces. 'Ropa vieja' se les llamaba hace cuarenta años. Una tortilla con todas las sobras de la nevera.
Lo que pasa es que usted de esto de la política va flojo ¿Verdad?
Efectivamente. Vengo al casino a pasar el rato y doy la razón a todos.
Efectivamente. Vengo al casino a pasar el rato y doy la razón a todos.
Le pongo un buen resumen para que se documente y no piense que lo que le digo son inventos míos, sino teoría política.
"Gerard Leibholz, jurista del Tribunal de Bonn, teorizó el llamado Estado de Partidos, en el cual los Parlamentos perdían su vieja función representativa. La democracia moderna requería la integración de las masas en el Estado, idea de inequívoca inspiración totalitaria, y el instrumento de intermediación que se utilizaba para ello era el de los partidos políticos. El Estado de Partidos conserva ese residuo del fascismo. Mantiene lo peor del parlamentarismo, la no separación entre los poderes ejecutivo y legislativo, y rechaza lo único bueno del mismo: la representación de los electores por los diputados. Así, la residencia de la soberanía se traslada del Parlamento a las cúpulas de los partidos para que legislen en connivencia con las oligarquías financieras y grupos de presión de la más variada especie. Para llevar al Parlamento decisiones ya tomadas de antemano. Y en esas estamos aquí"
Diputados indisciplinados, partidos usurpadores
Si quiere profundizar más siga por aquí.
La ley de hierro de la oligarquía (V) | El Cratonauta