*Tema mítico* : Empieza calentito el NUEVO NEGOCIOS de El Pais

Lino

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... Después de todas mis malas noticias, puede que suene optimista si digo que el caos tiene solución. Con el tiempo y con sentido común, tras la victoria en noviembre de las políticas centristas, podrán remediarse todos los grandes males....

Esta es la versión americana de que "la culpa la tiene Aznar". Lo que pasa que aquí el gafe ya va para el quinto año en la poltrona y ese argumento empieza a oler.
 

elfo-oscuro

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¿Os dais cuenta que los relatos más pesimistas que se leían en el foro sobre la economía española ya los repiten la mayoría de entes internacionales? :(
no te pases que en el foro hay una linea madmaxista que ni de las peliculas. Eso no se vera nunca. antes la guerra
 

El_Presi

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lo subo para que los aburridos puedan pasar el tiempo leyendo los artículos del suplemento de hoy
 

El_Presi

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TRIBUNA: Laboratorio de ideas CARMEN ALCAIDE
Con la comida no se juega

CARMEN ALCAIDE 15/06/2008

El intenso e inesperado aumento de los precios internacionales de alimentos básicos: trigo, maíz, arroz, azúcar, etcétera, está provocando unas expectativas angustiosas para la alimentación de la población más pobre de extensas zonas geográficas del planeta. La preocupación general por la escasez de alimentos y la desmesurada elevación de los precios han llevado al análisis del problema en la Cumbre de Roma, en el marco de la FAO. Aunque parecen existir algunas coincidencias en el diagnóstico de las causas no ocurre lo mismo al aportar y acordar soluciones.

La mayor parte de las causas analizadas pueden agruparse en aumentos de la demanda por encima de la oferta, dentro de lo que es el análisis clásico de la formación de los precios: como consecuencia del crecimiento de la población (China e India), desarrollo de zonas subdesarrolladas que elevan moderadamente sus rentas, la nueva demanda de cereales generada por la industria de producción de energía con biocombustibles que han elevado la demanda de productos que se dedicaban exclusivamente a la alimentación humana. Un ejemplo es el maíz, del que se dedica ahora a la obtención de etanol el 12% de la producción mundial, y lo que es más importante, más del 50% del aumento de la demanda en el último año ha sido absorbido por este sector. Por último, las malas cosechas de los últimos años (2006 y 2007) en zonas como Australia, debido a la climatología y que algunos achacan al cambio climático, ha reducido la oferta.

Otras causas están más relacionadas con los desajustes de los mercados, que impiden lo que se consideraría una fijación libre de los precios al no existir mercados perfectos, libremente competitivos. En este grupo estarían todos los análisis relativos a las políticas subvencionistas de los países desarrollados que, en opinión de muchos, impiden que la producción de alimentos en las zonas subdesarrolladas sea más competitiva.

Por último, en algunos productos, como cereales y arroz, están las distorsiones generadas en los precios por la presión de los mercados de futuros. En la Unión Europea, a pesar de que la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID), que es un instrumento para el Plan de Acción de Servicios Financieros (iniciado en 1999) con el objetivo de regular estos mercados y conseguir un alto grado de armonización en su funcionamiento evitando la aplicación de reglas nacionales. Entre estos mercados se encuentran los de futuros de las comodities: materias primas ya sean petróleo o cereales. En este artículo nos centramos en los mercados a futuros de los cereales y otras materias primas alimenticias.

Pues bien, en España, a pesar de que en 2007 la CNMV instaló un Plan de adaptación a los requisitos de la MiFID, todavía no están regulados los mercados de futuros de materias primas alimentarias (trigo, arroz, maíz...) y, por lo tanto, los especuladores de estos mercados a futuros actúan libremente y sin ningún tipo de control o regulación. En otras palabras, basta con que se tengan expectativas de que los precios de los alimentos están en tendencia alcista para que los mercados a futuro presionen todavía más al alza este tipo de precios, generando una espiral difícil de contener.

Los últimos datos del índice de precios al consumo del mes de mayo con un crecimiento mensual del 0,7% e intertrimestral (un año) del 4,6% refleja claramente el mayor crecimiento de los precios de los alimentos. Con tasa anual del 6,7%, el efecto de este fenómeno internacional se agrava para los consumidores españoles. Artículos de primera necesidad con elevaciones de los precios como: cereales (9,7%), pan (10,9%), leche (24,8%), bemoles, (13%) frutas (11,8%), etcétera, afectan más intensamente a las economías de los más desfavorecidos.

Mundialmente nos encontramos con dos problemas diferentes aunque relacionados entre sí: solucionar el problema del hambre en el mundo, consiguiendo que el abastecimiento de alimentos alcance a todos los seres humanos, y otro evitar que el alza actual de los precios de los alimentos agrave el problema haciendo inaccesible la oferta de alimentos en aquellas zonas de la población en las que hasta ahora no existía un problema tan acuciante.

Ante el primer problema, la reacción de los diferentes países en la Cumbre no ha sido muy positiva. Algunos han acusado a los países más desarrollados por sus políticas proteccionistas sin observar sus propios problemas ni ofrecer soluciones, otros han concretado más, con referencias a las deficiencias del sistema de distribución. Quizás la postura más esperanzadora proviene de aquellos que han tomado la iniciativa de coordinar la política agraria mundial y promover inversiones para estimular la producción de alimentos con procedimientos más productivos pero respetuosos con el medio ambiente. Como en toda crisis, existe una oportunidad para reorganizar la producción y distribución de alimentos ayudando al desarrollo de los países más pobres.

En el segundo aspecto, la escalada de los precios de los alimentos, teniendo en cuenta que es un fenómeno que se ha agravado intensamente en el último año (según la FAO, 26% alimentos y 41% cereales, en 2007) no parece razonable achacarlo al aumento de la demanda de alimentos de algunos países como China e India ya que esta tendencia se ha producido en un periodo más largo de tiempo a la vez que su demanda, como consecuencia de su aumento de renta, se diversifica en otro tipo de alimentos.

Sí parece que ha tenido un efecto importante la incidencia de la demanda para los biocombustibles, a pesar de tener menos peso en el conjunto, la mayor utilización del aumento de la oferta ha impedido que se dedique a la satisfacción de la alimentación humana. Al mismo tiempo, su efecto sobre el alza de los precios ha sido importante, sobre todo en el precio del maíz. Pero lo que parece menos justificable es la utilización especulativa de los mercados de alimentos. Incluso si se considera en aras de la libertad de mercado, al menos es responsabilidad de los Gobiernos y las autoridades internacionales regularlos e impedir que tengan un efecto devastador sobre el derecho a la alimentación que debería estar por encima de los demás. Hay un dicho conocido por todos "con los alimentos no se juega". Yo añadiría: no se especula.

Carmen Alcaide es economista y ex presidenta del INE.
 

El_Presi

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TRIBUNA: Laboratorio de ideas KENNETH ROGOFF
Un resquicio de esperanza

KENNETH ROGOFF 15/06/2008

Los desorbitados precios actuales de las materias primas ponen claramente de manifiesto una realidad de la vida moderna de la que, muchos políticos, especialmente en Occidente, no quieren que nos enteremos: los recursos naturales del mundo son limitados y a medida que miles de millones de personas en Asia y otros lugares logran escapar de la pobreza, los consumidores occidentales tendremos que compartirlos. Y otra gran verdad: el mecanismo de control de precios es un sistema mucho mejor para distribuir los recursos naturales que entablar guerras, como hicieron las potencias occidentales en el siglo pasado.

El irreflexivo plan de subvenciones para los biocombustibles de Estados Unidos muestra cómo no se debe reaccionar. En lugar de reconocer que el alto precio de los combustibles es la mejor manera para estimular el ahorro de energía y la innovación, la Administración de Bush ha establecido unas subvenciones enormes para los agricultores estadounidenses que cultiven cereales para producir biocombustible. Da igual que esto sea tremendamente ineficaz en lo que se refiere al uso del agua y la tierra.

Es más, incluso en el mejor de los casos, Estados Unidos y el resto del mundo seguirán dependiendo básicamente de los combustibles fósiles convencionales hasta que la era de los hidrocarburos llegue a su fin (lo cual veremos pocos de nosotros). Y por último, aunque no menos importante, derivar enormes extensiones de terreno agrícola hacia la producción de combustibles ha contribuido a duplicar el precio del trigo y otros cereales. Ahora que en decenas de países hay disturbios por la comida, ¿no sería el momento de reconocer que toda esta idea, aunque bien intencionada, ha sido un error descomunal?

Otra propuesta en la dirección equivocada es la que recientemente han incluido en sus planes dos candidatos a la presidencia y que consiste en suprimir temporalmente los impuestos sobre la gasolina. Por muy loable que sea ayudar a los automovilistas con rentas bajas a enfrentarse a los desorbitados precios del combustible, ésta no es la mejor manera de hacerlo. El impuesto sobre la gasolina debería aumentarse, no reducirse. La triste realidad es que a base de mantener altos los precios del petróleo, la OPEP está haciendo mucho más por la conservación del medio ambiente que los políticos de Occidente, que tratan de prolongar la era de un consumismo occidental ecológicamente insostenible.

Por supuesto, no sólo son elevados los precios del petróleo, sino los de todas las materias primas, desde los metales hasta los alimentos y la madera. Los precios de muchas materias primas se han duplicado en los últimos dos años. Los precios del petróleo han subido casi un 400% en los últimos cinco años. La causa más cercana es un auge económico mundial que ha sido más fuerte, duradero y más extendido que cualquier otro en la historia contemporánea.

Asia ha abierto el camino, pero los últimos cinco años han sido los que más satisfacciones han dado a África y a Suramérica desde hace muchas décadas. La escasez de materias primas generalizada suele aparecer después de largos periodos de prosperidad mundial, y en este sentido, la actual expansión no se diferencia de las demás.

Algunos políticos se quejan también de los especuladores que comercian, cada vez más, con las materias primas en mercados complejos y en expansión que les permiten conjeturar, por ejemplo, que es probable que el futuro crecimiento de la demanda sea superior al de la oferta en los nuevos mercados. Pero ¿qué tiene esto de malo? Si los especuladores están empujando al alza los precios actuales de las materias primas porque se dan cuenta de que las futuras generaciones también las van a necesitar, ¿no es eso positivo? El que los precios de las materias primas sean elevados hoy significa que mañana habrá más oferta para las generaciones futuras, además de crear al mismo tiempo un incentivo para desarrollar nuevas formas de ahorrar en el consumo. Una vez más, los precios elevados están ayudando de una forma que parece asustar a los políticos occidentales.

La verdad es que el auge mundial de los precios de las materias primas ha tenido un impacto sobre la pobreza enorme, aunque también tremendamente complejo e incierto. Aunque el aumento de precios de las materias primas está ayudando a los agricultores pobres y a los países pobres ricos en recursos, para los habitantes de las ciudades con menos posibilidades constituyen una catástrofe, dado que algunos de ellos tienen que dedicar el 50% de sus ingresos a comprar alimentos.

Parte de la solución pasa por compensar a los más pobres por el alto coste de la supervivencia. Mas a largo plazo, es esencial aportar más dinero para fertilizantes y para otras ayudas, con el fin de potenciar la autosuficiencia. El Banco Mundial, la ONU e, incluso, la Administración de Bush se han movilizado para ayudar, aunque no lo suficiente si tenemos en cuenta la magnitud del problema. Claro que, también hay que señalar que si la reforma económica en África, un continente rico en recursos, hubiera avanzado al mismo ritmo que en Asia, la era de los precios de las materias primas por las nubes se podría haber demorado otro siglo.

Por ahora, en lugar de lloriquear por la subida de las materias primas, los Gobiernos deberían estar protegiendo sólo a sus ciudadanos más pobres y permitiendo que el alza de precios sirviera de aviso para el resto de nosotros. El final del consumismo occidental no está todavía al alcance de nuestra mano, pero los altos precios de las materias primas son una clara advertencia de que se necesitarán mayores ajustes cuando Asia y otros países incipientes comiencen a consumir un trozo más grande de la tarta mundial.

Es cierto que, cuando el auge económico mundial llegue a su fin, como acabará sucediendo por fuerza, los precios de las materias primas caerán en picado, fácilmente un 25%, y probablemente hasta un 50% o más. Los políticos occidentales lo celebrarán y muchos lumbreras expresarán su alivio por el hecho de que circulará mucho menos dinero hacia países no democráticos en el mundo en vías de desarrollo.

Pero la actual era de altos precios de las materias primas no es sólo un mal sueño que debería olvidarse cuando termine. Los precios elevados suponen un mensaje claro sobre la escasez en un mundo globalizador. Aquellos que hagan caso omiso de él, y especialmente si obstaculizan las fuerzas del mercado, están cometiendo un terrible error.

Kenneth Rogoff es profesor de Economía y Política Pública en la Universidad de Harvard y es ex economista jefe del FMI.
 

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REPORTAJE: Laboratorio de ideas SEC
Resistencia a la calificación

RICHARD BEALES 15/06/2008

La Comisión de Valores de EE UU (SEC) creyó necesario esta semana proponer la prohibición a una empresa de calificación crediticia de publicar una calificación financiera estructurada en ausencia de información sobre los activos subyacentes. Esto nos da una idea de la laxitud que se ha ido apoderando poco a poco de las clasificaciones y que refleja el intento permanente de la SEC de entender los problemas.

La mayoría de las normas propuestas por este regulador estadounidense parecen tener sentido. Hacen hincapié en las revelaciones adicionales y en la gestión de conflictos. Hasta la fecha, la respuesta de los sectores financiero y de clasificación a estas normas ha sido aparentemente la de cooperar. Aunque este tipo de cosas incrementan los costes y podrían comerse el margen de beneficios, la verdad es que son relativamente inocuas.

La propuesta de que las agencias de calificación deban usar una escala visiblemente diferente para las calificaciones financieras estructuradas -que implican un enfoque que difiere de las clasificaciones corporativas tradicionales o las soberanas- se ha topado con una mayor resistencia por parte de la Asociación del Sector de Valores y los Mercados Financieros, el grupo de presión de Wall Street.

Una de las sugerencias de la SEC, la de añadir simplemente un sufijo a la escala de letras ya existente, podría ser un tanto fistro. Si se estructura como es debido, podría tener sentido una escala alternativa, aunque sólo fuera para obligar a los inversores a que hicieran sus deberes y a las agencias de calificación a que se centraran en las particularidades de las finanzas estructuradas. Pero podría hacer mella en el negocio de las finanzas estructuradas; de ahí los esfuerzos para rechazarla.

La SEC todavía tiene que considerar cambios para su forma de utilizar las clasificaciones según sus propias normas. Por ley tiene la obligación de dar su sello de aprobación a las empresas de clasificación, algo que, como admitió su presidente, Chris Cox, puede que haya aumentado la dependencia de los inversores frente a las calificaciones. Además, si la SEC tiene pensado hacer que las agencias de clasificación aborden de forma distinta las calificaciones financieras estructuradas, quizá tenga que hacerlo en sus docenas de normas dependientes de las clasificaciones. -
 

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ENTREVISTA: PAUL KRUGMAN Catedrático de Princeton
"No podremos afrontar más crisis si no hay reformas"

LLUÍS PELLICER 15/06/2008

Paul Krugman (Nueva York, 1953), catedrático de Economía en Princeton, afirma que lo peor de la crisis ha pasado. Lo cual es bueno, pero también un arma de doble filo: si no se reforma el sistema financiero, dice, la próxima crisis será peor. Es uno de los retos que deberá asumir el próximo residente de la Casa Blanca, y está convencido de que sólo puede hacerlo el demócrata Barack Obama. De él espera, como propone extensamente en su último libro, Después de Bush (Crítica), un nuevo new deal que universalice los servicios básicos en EE UU.
Pregunta. ¿Ha pasado ya el peligro a una recesión mundial?

Respuesta. Nos hemos distanciado de la recesión. Hace unos meses podría haber sucedido. Tuvimos la sensación de estar ante una crisis financiera dramática como la de 1930, pero la Fed [Reserva Federal] abortó el peligro. Las probabilidades de entrar en recesión han caído a un 10%.

P. Dice que la próxima crisis será peor. ¿Por qué?

R. Hace 30 años teníamos un sistema financiero que estaba bien protegido. Ahora está erosionado, pero no del todo. En parte pudimos contener la crisis porque las viejas defensas estaban todavía en su lugar. Pero si no se hacen algunas reformas, dentro de cinco o diez años no seremos capaces de afrontar estas crisis.

P. El origen está en EE UU. ¿Proponen algo al respecto los candidatos a la Casa Blanca?

R. No hay indicios de que el republicano John McCain quiera. Sus consejeros más cercanos se inclinan más hacia la desregulación. Si tuviera que nombrar a cinco responsables de esta crisis, entre ellos estaría el de Phil Gramm, consejero jefe de McCain para asuntos económicos. Barack Obama ha dicho que reformaría el sistema. Una victoria del Partido Demócrata permitiría introducir las medidas necesarias.

P. ¿Qué tipo de reformas se requieren?

R. Las regulaciones de los bancos comerciales deben extenderse a los de inversión, hedge funds y otras formas de instituciones financieras. Necesitamos requisitos de capital, supervisión e información. Cualquier institución que requiera de ayuda de emergencia en una crisis debe estar sujeta a algún régimen regulatorio.

P. ¿Qué le pareció el rescate del Bear Stearns?

R. La Fed no salvó el Bear Stearns. Éste fue eliminado, y a quien salvó fue a sus inversores. Fue necesario. De no haberse hecho, las consecuencias hubieran sido muy nefastas, sobre todo en un momento de tal aprieto financiero. Aun así, no está claro si lo que hizo la Fed fue del todo legal, o si fue otra extensión de una política de improvisación.

P. ¿Este precedente no puede sentar una cierta relajación de las entidades porque puedan esperar ser rescatadas siempre?

R. Sí, se esperará que cualquier institución financiera que sufra un fallo sistémico importante sea rescatada. No obstante, era necesario. Se pueden hacer cosas que resultan embarazosas o que pueden salir mal, o bien se podía no haber hecho nada y correr el riesgo de ir hacia un escenario como el de noviembre de 1930, cuando el sistema quedó colapsado. Por eso hay que ir hacia otro régimen, para que la próxima vez tengamos un horizonte más estable.

P. ¿Y por qué no rescatar entonces a los ciudadanos que no pueden pagar su hipoteca?

R. La respuesta no es justa. Si el señor y la señora Smith fallan en los pagos de su préstamo, es nocivo para ellos y para el banco, pero no interfiere en el sistema financiero. Si lo hace el Bear Stearns, sí. Insisto, el problema ahora es de asimetría. Si un banco comercial quiebra, los depositarios recuperan su dinero. Pero hay supervisión y regulación. Los inversores que lo tenían en Bear Stearns lo han recuperado, y no estaba regulado.

P. ¿Qué responsabilidad tiene Alan Greenspan en la crisis?

R. Tenía la autoridad para reducir al menos en parte el riesgo. Estaba avisado del riesgo de las subprime y, explícitamente, de los excesos inmobiliarios.

P. Sostiene que la escalada de los precios de las materias primas y el petróleo no tiene que ver con la especulación.

R. El petróleo y los alimentos son mercados físicos, por lo que para los especuladores es difícil disparar los precios. La única forma que tienen para producir un efecto continuo es si hay una acumulación física, un aumento de las reservas. No la vemos. Las reservas de materias primas sufren caídas históricas, y las de petróleo no varían demasiado.

P. Pero el 25% de las negociaciones de futuros de petróleo en EE UU están protagonizadas por especuladores. ¿Esto no tiene ningún efecto sobre los precios?

R. Sí, podría, pero se necesita que las reservas aumenten de forma constante, y no es el caso.

P. ¿Y cuál es la razón?

R. Hay una colisión de fuerzas, por ejemplo, entre la creciente demanda de países emergentes y la dificultad por hallar fuentes de energía.

P. ¿Llegará el barril de petróleo a los 200 dólares como dijo Goldman Sachs?

R. Podría llegar. Es un poco difícil, pero hay signos de que la demanda responde a los precios altos. Probablemente, ahora no. Potencialmente, sí.

P. ¿Han contribuido los biocombustibles a esta alza?

R. Han sido un error, disparan los precios de los alimentos. Hay que buscar alternativas, pero mejorando las tecnologías.

P. ¿Serán los recursos limitados un obstáculo para el crecimiento económico?

R. No tiene por qué. Europa consume mucho menos petróleo que EE UU. Esto demuestra que se puede crecer y funcionar sin gastar mucho petróleo.

P. Propone un nuevo new deal para que EE UU tenga un sistema de protección como el europeo.

R. Si tuviéramos un sistema como el de Canadá ya consideraría que mi vida es completa.

P. ¿Prefería a Obama o a Hillary Clinton?

R. Ella parecía más comprometida con el tipo de políticas de nuevo new deal que querría ver. Obama ha conseguido una nominación de forma muy rápida, pero me gustaría que estuviera más comprometido en la reforma del sistema sanitario. -
 

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TRIBUNA: ESTEBAN SÁNCHEZ Y LUIS TEJEIRO
Solvencia y cambio de ciclo

ESTEBAN SÁNCHEZ Y LUIS TEJEIRO 15/06/2008

La persistencia de la crisis financiera y las cada vez mayores evidencias de su incidencia sobre la economía real han sembrado dudas sobre la capacidad de las entidades de crédito para hacer frente al actual proceso de desaceleración. En esta línea, cabe destacar la reciente publicación por parte del Banco de España de la Memoria de Supervisión Bancaria 2007, que pone de manifiesto las buenas condiciones con las que se cerró el último ejercicio, tanto en términos de solvencia como de provisiones. Por tanto, y si bien la nueva coyuntura está teniendo un impacto tanto en términos de volumen de negocio como de jovenlandesesidad, al haberse hecho los deberes en los años de bonanza se puede afrontar el futuro desde un excelente punto de partida.

En el mismo sentido, y como respuesta a la cada vez mayor complejidad del entorno, se ha completado el proceso de transposición a la normativa española del Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea, Circular 3/08 del Banco de España (BOE de 10 de junio). Dentro de la misma, destaca especialmente el llamado Pilar II o proceso de revisión supervisora, en el que se incluye un nuevo requerimiento informativo para nuestras entidades: el Informe de Auto-evaluación del Capital. En dicho informe las entidades deberán hacer una completa revisión de los riesgos que asumen, tanto desde un punto de vista cuantitativo (importe de exposición) como cualitativo (procedimientos de control). A partir de esta revisión, y en función de los riesgos relevantes, las entidades realizarán la necesaria planificación del capital para mantener niveles de solvencia suficientes en siguientes ejercicios, dadas las previsiones de la entidad, las fuentes posibles para su reforzamiento y considerando probables situaciones de estrés, como entornos recesivos o fuertes caídas en los mercados. Ejercicio de planificación que incluirá la conciliación del más puro enfoque de solvencia (Banco de España) con el enfoque de gestión (interno), en el que la entidad pondrá de manifiesto la tarjeta de presentación en términos de calidad crediticia con la que se quiere presentar antes a sus ahorradores e inversores. Consideramos que este proceso se convertirá en una pieza clave de la nueva normativa, y creemos que bien enfocado y en conjunción con el Pilar III (información al mercado) ayudará a los mercados a evaluar fielmente a las entidades.

Esteban Sánchez y Luis Teijeiro son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi).
 

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La vida antes del BCE · ELPAÍS.com

La vida antes del BCE

J. I. C. / HEDGEWORLD THOMSON REUTERS 22/06/2008

Se cumple ahora un año desde que se inició la crisis crediticia. Hay quien sitúa ese comienzo en agosto de 2007, coincidiendo con su primera erupción espectacular que obligó al Banco Central Europeo (BCE) a inyectar un volumen ingente de fondos y así salvar al sistema financiero del colapso. Sin embargo, los primeros síntomas de que algo grave estaba sucediendo se manifestaron el año pasado por estas mismas fechas, cuando se supo que dos fondos de inversión libre promovidos por el banco de negocios norteamericano Bear Stearns acumulaban pérdidas tan elevadas que los bancos que le habían prestado dinero habían comenzado a exigirle más garantías o a apoderarse de las garantías existentes (un proceso que suele llevar a la liquidación del fondo).

Durante los dos meses que faltaban hasta que se produjera la erupción definitiva de la crisis se fue sabiendo que esos dos fondos de Bear Stearns terminarían siendo liquidados con pérdidas de entre el 90% y el 99%, un augurio de lo que terminaría sucediéndole al propio banco que los había promovido. Los primeros síntomas de malestar grave se habían manifestado incluso antes, en marzo de 2007, cuando el banco suizo UBS anunció las pérdidas de su filial norteamericana Dillon Read especializada en hedge funds.

Se trataba en ambos casos de fondos de inversión libre que habían hecho apuestas equivocadas en el terreno de las que habrían de hacerse tristemente famosas hipotecas subprime (de baja calidad) norteamericanas. De hecho, de todos los hedge funds que se han topado con dificultades desde hace un año, la mayoría son fondos que invertían a través de uno u otro vehículo en créditos que los bancos tradicionales sacaban de su balance.

¿Hay futuro para este tipo de fondos de inversión libre especializados en invertir en crédito? Parece que las dificultades que aún siguen manifestándose en los mercados crediticios favorecen ahora a los hedge funds interesados en esta clase de inversión ya que la urgencia de los bancos por deshacerse de parte de los créditos que tienen en su balance les permite iniciar las negociaciones en condiciones favorables.

Otra alternativa inversora para este tipo de hedge funds interesados en el crédito es prestar directamente a empresas que en este momento no pueden obtener financiación a través de los bancos. El endurecimiento del mercado crediticio les posibilita ahora el obtener una rentabilidad superior incurriendo en un riesgo más bajo. ¿Cómo? Exigiendo unas garantías más elevadas. En palabras del gestor de uno de estos fondos, Matthew Hoffman, de Weston Capital, hasta el doble del valor del préstamo. Las garantías pueden ser diferentes, desde un edificio hasta las facturas por cobrar o las pólizas de seguro de vida, y desde las existencias del negocio hasta su maquinaria y equipo. -
 

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Vírgenes ante una crisis · ELPAÍS.com

Vírgenes ante una crisis
La desaceleración económica pone a prueba los sectores nacidos a partir de 1993


DAVID FERNÁNDEZ 22/06/2008

Durante la colonización de América Latina, el contagio de una insignificante gripe solía diezmar con saña la población indígena. La falta de defensas de los nativos a las enfermedades traídas de Europa era mortal de necesidad. Con el paso de varias generaciones, el bichito perdió poder destructivo ya que el cuerpo había generado mecanismos de protección tras aprender del pasado. La economía mundial sufre hoy día algo más severo que una gripe, con el agravante de que desde 1993 no se vivía una situación similar. Es decir, a lo largo de los últimos 15 años se ha disfrutado de un periodo de bonanza tan sólo alterado en parte por el pinchazo de la burbuja tecnológica. Durante el largo periodo de crecimiento han florecido negocios que sólo conocen las mieles de las vacas obesas. Les llega pues su primera crisis. ¿Sufrirán como los indígenas?

"Han sido muchos años de crecimiento en el consumo gracias a la facilidad para financiarse. Sin embargo, la capacidad de endeudamiento se ha restringido y algunos negocios tendrán que superar la prueba de vivir con una financiación no tan accesible", advierten los expertos de Citigroup. Telefonía móvil, Internet, aerolíneas de bajo coste y clínicas de cirugía estética son algunos de los sectores que el banco de inversión identifica como vírgenes ante una desaceleración.

Aunque no hay dos crisis económicas iguales, los sectores más tradicionales tienen la ventaja de poder echar un vistazo al retrovisor y ver qué hicieron durante situaciones similares en el pasado. "Los negocios más nuevos no lo tienen tan fácil porque les falta esa experiencia previa", reconoce Josep María Sayeras, profesor de Economía de Esade. "Bancos o constructoras pueden recordar cuál fue el impacto de la crisis de 1993, dónde recortaros gastos o qué líneas de negocio abrieron. Actividades más recientes como la telefonía móvil no lo tienen tan fácil. ¿Deben bajar precios? ¿Cómo generar nuevas fuentes de ingresos? Son algunas dudas a resolver", añade Sayeras.

La tecnología es una de las actividades que deberá pasar la prueba de la primera vez. En el arranque de la década de los noventa, los teléfonos móviles eran auténticos mamotretos destinados sólo al mundo de los negocios. En cambio, ahora su penetración en los países occidentales supera el 100% de la población. Por su parte, Internet no existía en la forma en que se conoce actualmente. Hoy, la Red ha transformado la forma de comunicarse, informarse y ha desafiado a las plataformas de comercio tradicionales.

Tras años de fuerte crecimiento, los primeros síntomas de alarma suenan en el área tecnológica. Las ventas de móviles en Europa occidental, por ejemplo, han registrado en el arranque de 2008 la primera caída trimestral desde 2001, año en el que comenzaron a realizarse estadísticas fiables. Otro dato que habla de ralentización en el consumo se observa al analizar las cuentas de Telefónica: el número de minutos de uso de móvil de sus clientes en España de enero a marzo fue un 5,6% menor que en 2007.

Francisco Carvajal, socio de Accenture especializado en servicios de consultoría a empresas de telecomunicaciones, tecnología e Internet, recuerda que el sector no es del todo novato ante una crisis ya que tras el fiasco puntocom las compañías tuvieron que afrontar dificultades. "Entonces aprendieron que la innovación tecnológica debe adecuarse y no ir por delante de las necesidades del cliente y que las inversiones tienen que ser rentables", explica Carvajal. "Sin embargo, sí que es cierto que el contexto actual, con una crisis global, supondrá nuevos retos y terminará por completar la reinvención de estos negocios que comenzó en 2001".

La llegada de la primera gran crisis económica al sector tecnológico puede provocar en las empresas dos tipos de reacciones, según el experto de Accenture. La primera es apostar por la consolidación y congelar operaciones; la segunda alternativa pasa por el desarrollo tecnológico, la eficiencia y la innovación. "Nosotros recomendamos a nuestros clientes que para salir indemnes la única alternativa es apostar por la eficiencia y la innovación", señala Carvajal. El plan de actuación de la consultora estaría basado en elegir bien dónde invertir (primando el mercado residencial y las pymes, la fibra óptica y los países en desarrollo), adaptar la innovación a una demanda con menor capacidad de gasto, favorecer las alianzas comerciales y personalizar los productos y servicios según las necesidades del cliente.

Algunos actores de la industria tecnológica prefieren echar mano de la tradición japonesa y definir la palabra crisis como sinónimo de oportunidad. Vinton Cerf, vicepresidente de Google, cree que el repunte del precio del petróleo (uno de los factores que alimenta la crisis económica) podría beneficiar a Internet. "El encaramiento del petróleo hará que se utilicen más las videoconferencias y otro tipo de comunicaciones electrónicas para evitar los viajes", explicó esta semana durante una rueda de prensa en Seúl.
Plomo en las alas

Precisamente, la impresionante subida del precio del combustible, unida a la caída del consumo, empieza a meter presión a uno de los negocios más florecientes de los últimos años: las aerolíneas de bajo coste. Nacidas al calor de la desregulación del mercado aéreo europeo, las low cost se han hecho con un trozo cada vez más importante del pastel. El 40% de los pasajeros que aterrizaron en España durante 2007 lo hicieron con una aerolínea de bajo coste, 13 puntos más que sólo dos años antes.

La etapa de vino y rosas, no obstante, ha dejado paso a una fase más espinosa. En el mercado doméstico, Air Madrid fue la primera en sucumbir. Además, las dos grandes low cost españolas, Clickair y Vueling, controladas por Iberia y la familia Lara, respectivamente, no han podido salir de los números gente de izquierdas. Ahora ultiman los flecos de su fusión incapaces de remontar el vuelo por la competencia exterior y la guerra de precios.

David Peña, analista del sector aéreo de la firma Landsbanki Kepler, explica que lo que ocurre ahora con las aerolíneas de bajo coste ya ha sucedido anteriormente con otros negocios denominados startups (con alto potencial de crecimiento pese a tener una corta historia) cuando alcanzaron un determinado grado de madurez: "Hay una criba y se separa el grano de la paja".

En su opinión, durante los ciclos expansivos de la economía se produce una atracción de capitales hacia determinados negocios debido a los interesantes retornos que se obtienen en ellos. "Entran todo tipo de actores por un efecto de mimetismo. Muchos de estos advenedizos no tienen ni el soporte financiero ni el conocimiento del negocio necesario para sobrevivir cuando llegan los primeros problemas serios. Es lo que pasa con las low cost. Va a haber un filtro y aquellas empresas con menor eficiencia de costes y mayor debilidad patrimonial no tendrán más remedio que abandonar la partida", augura Peña.

Eso sí, el hecho de que el bajo coste pase por dificultades no quiere decir, según este analista, que las aerolíneas de bandera puedan cantar victoria. "Éstas van a tener que ajustar igual o más sus costes. Está claro que compañías como Ryanair no van a desaparecer y van a seguir siendo una referencia en cuanto al control en los gastos".
El quirófano puede esperar

Si la tendencia a apretarse el cinturón cuando llegan mal dadas se nota en el uso del avión a pesar de que las low cost han contribuido a rebajar sustancialmente el precio de los billetes, la caída del consumo pesa aún más en otros negocios ajenos a lo que se conoce como gastos de primera necesidad. La cirugía estética es uno de ellos.

La búsqueda de la eterna juventud ha encontrado un caldo de cultivo perfecto en la buena marcha de la economía y en el dinero barato. El negocio estético ha crecido a una tasa media anual cercana al 10% durante la última década. En 2007 se realizaron 400.000 intervenciones estéticas y el sector facturó 800 millones de euros. Como consecuencia de estas cifras, España es ya la cuarta potencia mundial tras EE UU, Argentina y Brasil. Sin embargo, en los últimos meses el culto al cuerpo ha empezado a quedar en un segundo plano.

"La crisis ya se nota y se prolongará hasta 2009. El número de pacientes que vienen a la consulta no han bajado pero sí el de los que deciden finalmente operarse. Antes se lo pensaban menos porque muchos recurrían a créditos bancarios para financiarse. Ahora se ha cerrado el grifo", reconoce Antonio Porcuna, presidente de la Sociedad española de cirugía plástica reparadora y estética (Secpre). ¿Cómo afrontar esta nueva situación? "Es complicado. Nosotros no tenemos clientes sino pacientes. Entrar en una guerra de precios es difícil. Ofrecemos profesionalidad y eso no tiene nada que ver con las tarifas. Además, el material quirúrgico es costoso", indica Porcuna.

La cirugía estética no tiene nada que ver con el capital riesgo pero sí comparte dos rasgos: su rápido crecimiento y las dificultades actuales para acceder a la financiación. El private equity en España ha vivido un boom con la caída de los tipos de interés. Entre 2001 y 2007, el volumen de dinero captado y el capital invertido se multiplicaron por cuatro. Sin embargo, en el primer trimestre de 2008 la inversión de las empresas cayó un 44%. "La prueba que tenemos que pasar es importante. Sin embargo, creo que de esta crisis la industria va a salir fortalecida. El capital riesgo tiene gran capacidad para reinventarse. Hay más fórmulas que las compras apalancadas", explica Jaime Hernández Soto, máximo ejecutivo de MCH y presidente de turno de Ascri, la patronal del sector.
Hijos de la bonanza

La fuerte desaceleración económica no sólo va a poner a prueba modelos de negocios hasta ahora exitosos. También supondrá un examen de calado para los cuadros directivos de las empresas. El largo periodo de crecimiento económico ha durado 15 años, tiempo suficiente para que en las plantas nobles de las compañías se haya producido un relevo generacional. Dentro del Ibex 35, índice bursátil que incluye a los mayores grupos españoles, más de la mitad de sus integrantes han adoptado cambios en el puesto de primer ejecutivo durante los últimos cinco años. La antigüedad media en el cargo de los primeros espadas en el selectivo es de apenas cinco años.

"El relevo generacional hace que muchos directivos sólo hayan vivido épocas buenas. Gestionar una crisis económica supone un reto porque hay que tomar decisiones diferentes de las que estaban acostumbrados. Es como cuando un padre te dice, tú no sabes lo que es pasar hambre porque no has vivido una guerra", describe Josep María Sayeras, profesor de la escuela de negocios Esade. "La situación actual supone un desafío para los gestores más jóvenes. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de una de las generaciones mejor formadas de la historia empresarial de nuestro país y traen consigo técnicas nuevas. En una crisis no todo es recortar costes y despedir a gente. También cuenta mucho el saber motivar a tus equipos", añade Sayeras.

En la industria del capital riesgo, que ha tenido un desarrollo bastante reciente en España, la falta de experiencia de muchos ejecutivos es un obstáculo añadido a las dificultades para acceder a vías de financiación. "El private equity español cuenta con muy buenos equipos. Sin embargo, muchos de nuestros profesionales, por edad, no han vivido la crisis de los años noventa", reconoce Jaime Hernández Soto, presidente de Ascri, la patronal que agrupa a las firmas de capital riesgo españolas.

La crisis económica actual tiene su epicentro en el sector financiero. Los bancos españoles no se han visto envuelto en las pérdidas millonarias como consecuencia de las inversiones en hipotecas sarama. Sin embargo, se enfrentan al problema del repunte de la jovenlandesesidad debido a la desaceleración económica y al encarecimiento del precio del dinero. En este sentido, fuentes del sector creen que las prejubilaciones que han acometido la mayoría de las entidades en los últimos años pueden llegar a suponer un problema puesto que la red de oficinas cuenta con bastantes personas para las que esta crisis supone la primera experiencia seria con la gestión de los impagos. El 53% de los trabajadores en la banca en España tienen 44 o menos años de edad. -
 

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Crisis comparadas · ELPAÍS.com

EDITORIAL
Crisis comparadas


22/06/2008

Si se pretende establecer una comparación entre la crisis actual de la economía española y periodos anteriores de dificultades económicas, como, por ejemplo, el sufrido a partir de 1992, resultan evidentes los cambios en el tejido empresarial e industrial. Prueba de ese cambio empresarial es la presencia constante en el imaginario económico actual de los móviles o de las líneas aéreas de bajo coste, por poner dos ejemplos significativos. En términos macroeconómicos, la comparación de esta crisis con las anteriores ofrece abundantes motivos de reflexión y, por supuesto, de preocupación. Acaso quepa mencionar de entrada dos circunstancias favorables para la coyuntura económica presente frente a la de hace quince años: por un lado, los desequilibrios económicos actuales son más leves que en 1993 -incluido un superávit fiscal- y se cuenta en el exterior, para bien o para mal, con el gigantesco tirón comercial de China e India.

Desgraciadamente, abundan los factores que parecen apuntar a una crisis más larga de lo previsto. Cuando a finales de 1992 se detectó el comienzo de un ciclo depresivo, las economías europeas tenían un as valioso escondido en la manga de la futura Unión Económica y Monetaria: quedaba un amplio margen para reducir los tipos de interés y, por lo tanto, era posible estimular la economía desde la política monetaria. Ese recurso no existe hoy. Al contrario, casi lo único seguro que puede predecirse es que los tipos de interés subirán para apagar la inflación que llega de la mano del petróleo. Es decir, si después de la crisis de principios de los noventa esperaba un periodo de expansión, más allá de la desaceleración actual esperan crecimientos modestos.

Para empeorar un poco más el panorama, la crisis -o desaceleración- presente se desarrolla en un entorno de precios muy altos de la energía, provocados en gran parte por la avidez del consumo en China, India y otros países emergentes. Casi todo lo que puede ir mal, en esta ocasión va mal, dicho sea con el pragmatismo sintético anglosajón. El Gobernador del Banco de España, en su larga exposición sobre el Informe Anual de la institución, ha descrito esta desaceleración como la confluencia en el tiempo de varias crisis -financiera, inmobiliaria, energética- cada una de las cuales por separado provocaría un acusado empobrecimiento de las economías nacionales; actuando al unísono, el deterioro de las rentas internacionales puede ser muy grave.

La economía española necesitaba un diagnóstico integral de este empeoramiento económico para generar un debate más interesante que el nominalista sobre si atravesamos una desaceleración, una crisis o un periodo recesivo. La trivialidad semántica ha actuado hasta ahora como una barrera ante la cual se han estrellado las discusiones sobre el tratamiento adecuado. Por esa razón, el estado de situación elaborado por el Banco de España llega con cierto retraso. Pero el informe basta para entender que éste no es un paréntesis breve en el crecimiento, que los incentivos recetados por el Gobierno son suficientes y que ha llegado el momento de considerar medidas más drásticas y prolongadas. Las más urgentes son aplicar reformas en profundidad en los mercados de distribución al por menor, de la energía y del transporte. Pero no son las únicas. -
 

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¿Vuelta a los aranceles? · ELPAÍS.com

¿Vuelta a los aranceles?
Aumenta el riesgo de un regreso al proteccionismo como respuesta a la debilidad económica


D. FERNÁNDEZ 22/06/2008

Desde la última gran crisis no sólo han nacido nuevos negocios; también han surgido instituciones que encaran su primera tormenta económica seria. En este último grupo se encuentran el euro, la nueva política de divisas de los países emergentes tras la debacle de 1997 y la independencia de los bancos centrales con el control de la inflación como bandera. El otro desarrollo importante, aunque no del todo nuevo, ha sido la liberalización del comercio mundial con el colofón del ingreso de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La debilidad económica ha devuelto al primer plano una palabra que parecía desterrada: proteccionismo. "El aumento del nivel de comercio entre países y la apertura global para los trabajadores han facilitado un mayor ritmo de crecimiento. Si la economía se debilita existe un riesgo real de que el proteccionismo se convierta en un arma cada vez más popular, cercenando uno de los motores que ha sustentando el largo periodo de crecimiento y de baja inflación", advierten los analistas de Citigroup.

Un ejemplo sintomático del nuevo clima conservador en torno al comercio lo ha ofrecido recientemente Corea del Sur. Miles de ciudadanos del país asiático se echaron a las calles para protestar contra las importaciones de carne procedente de Estados Unidos. "La liberalización del comercio ha sufrido un chirriante parón", señaló a Bloomberg Fred Bergsten, director del Instituto para la Economía Internacional con sede en Washington. "Llevará años en restablecer los fundamentos del libre comercio".

Los expertos identifican una serie de motivos para explicar la vuelta a posiciones proteccionistas. Entre estas razones se encuentran la defensa de la seguridad nacional, la preocupación por el abastecimiento de alimentos tras el gran repunte de los precios en los productos básicos y el deseo de proteger los trabajos locales y el medioambiente.

La Unión Europea ha manifestado esta semana su inquietud por el "renacimiento del sentimiento proteccionista" después de que Estados Unidos aprobara un nuevo paquete de ayudas para el sector agrario valorado en 289.000 millones de dolares.

Aunque el partido Republicano se ha asociado tradicionalmente en Estados Unidos con posturas menos favorables al libre comercio, los demócratas van por la misma senda. Tras lograr mayoría en el Congreso, el partido Demócrata ha congelado la firma de un acuerdo comercial con Colombia. Además, su candidato a la Casa Blanca, Barack Obama ha dicho que si sale elegido propondrá una revisión del Tratado de Libre Comercio con Canadá y México (Nafta) para incluir nuevas exigencias laborales y medioambientales.

Pero Obama no es el único que quiere retocar el acuerdo. También los agricultores mexicanos, quienes desde principios de año vienen convocando protestas. En su opinión el libre comercio con los vecinos del norte no les protege de las importaciones más baratas de azúcar, judías, maíz y leche procedentes de Estados Unidos.

El recelo al comercio ha calado incluso entre los países en vías de desarrollo. El encarecimiento de los alimentos les ha llevado a erigir nuevas barreras a las exportaciones para asegurarse un suministro adecuado en su propio mercado. India, el segundo mayor productor mundial de trigo y arroz, ha decidido cortar la venta de grano. Asimismo, Egipto, Vietnam e Indonesia han prohibido las exportaciones de ciertos productos, mientras que el Gobierno filipino ha proclamado que desea lograr al autoabastecimiento alimentario en 2010.
Política o economía

El libre comercio no será el único modelo que se ponga a prueba con la crisis. Los expertos creen que también sufrirán presiones los bancos centrales para mantener su independencia con respecto a los intereses políticos.

Los analistas de Citigroup recuerdan que durante los años ochenta del pasado siglo la política monetaria en la mayor parte del mundo aún estaba controlada por los Gobiernos y que las decisiones sobre los tipos de interés se tomaban con un horizonte temporal a corto plazo, basándose más en razones políticas que económicas. La independencia de la Reserva Federal y del Bundesbank alemán, primero, y del Banco de Inglaterra, después, junto con el reconocimiento expreso del supervisor en Nueva Zelanda de combatir el alza de los precios como principal misión, cambiaron la forma en la que se debía adoptar la política monetaria.

"La cuestión ahora es cómo se comportará esa independencia con la crisis económica. Los datos de inflación sugieren mayores tipos de interés. Sin embargo, las cifras de crecimiento y empleo apuntan en sentido contrario. La batalla entre política y economía puede volver", explican desde Citigroup.

Otro punto que se pondrá a prueba, según el banco de inversión, es el proyecto europeo. Estos expertos señalan que los 10 años en los que lleva en funcionamiento el euro han estado marcados por un débil comportamiento en aquellos países con mayor peso, especialmente Alemania, Francia e Italia. Esta situación que se ha combatido con rebajas de tipos, una decisión que ha servido de caldo de cultivo para el boom inmobiliario en los países de la periferia (Irlanda y España). En la actualidad, la situación se ha dado la vuelta. Es el centro donde se crece más rápido, por lo que los tipos podrían subir más para mantener a raya los precios. "El BCE es heredero de las políticas del banco central alemán, cuya razón de ser era la protección del valor del marco".

Según Citigroup, los problemas para la UE se producen cuando la periferia crece menos que el centro puesto que la política monetaria no casa con sus necesidades. "¿Se sentirán los países de la periferia alienados por Bruselas?". "¿Se frenará la entrada de nuevos socios al proyecto europeo?", se cuestionan los analistas. -
 

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La crisis que Solbes llamó crisis · ELPAÍS.com

La crisis que Solbes llamó crisis
El vicepresidente no dudaba en 1993 en usar la palabra maldita


ALEJANDRO BOLAÑOS 22/06/2008

El coro de voces, cada vez más nutrido, que clama contra el Gobierno para que reconozca la gravedad de la situación económica, se aplacaría con frases del tipo: "Hay que hacer sacrificios, la crisis es de todos" o incluso con algo así como "no conocemos aún cuál será la duración de la crisis". Son palabras del vicepresidente económico, Pedro Solbes. Pero hay trampa: las pronunció en verano de 1993 cuando era ministro de Felipe González y la última recesión de la economía española estaba en todo su apogeo.

Solbes se ha referido en varias ocasiones a aquella intensa etapa como muestra de que está preparado para navegar en aguas turbulentas. Y saca a menudo el retrovisor para relativizar la situación actual. Un vistazo al cuadro macroeconómico apuntala sus argumentos. No sólo es que todavía la economía siga creciendo, aunque sea a un ritmo muy bajo, sino que otros indicadores como el paro o el saldo de las cuentas públicas no resisten la comparación.

Pero los que defienden que la economía española está al principio de una intensa crisis también tienen sus argumentos. Casi todos los indicadores muestran su peor cara desde, precisamente, 1995, el año en que empezó la recuperación. También son relevantes las malas sensaciones de consumidores y empresas que, después de 13 años de crecimiento ininterrumpido y robusto (3,5% de media en este periodo), asisten a un frenazo brutal. La Fundación de Cajas de Ahorros apostó esta semana porque habrá "una recesión intensa y duradera". Y los analistas del banco Morgan Stanley trazan inquietantes paralelismos con la crisis de 1993.

"En septiembre de 1992, el Bundesbank luchaba por enfriar la economía alemana, con una inflación que llegó al 6,3%, mientras la Reserva Federal ayudaba a Estados Unidos a superar la recesión de 1991", recuerda Morgan Stanley en un informe de esta semana. La divergencia entre las políticas monetarias a ambos lados del charco recuerda a la situación actual. El BCE también insiste en poner coto a la inflación, con tipos del 4% y amenazas de nuevas subidas. Por contra, la Fed los ha bajado hasta el 2% para activar la demanda. Resultado: el dólar, como en 1992, está en caída libre, lo que no ayuda a las exportaciones europeas.

En la crisis de los noventa, la fortaleza del marco alemán y la rigidez del sistema monetario europeo facilitaron los ataques especulativos sobra la libra o la peseta, que no podían mantener su cotización con déficit exteriores abultados. Los altos tipos de interés primero y las cuatro devaluaciones de la peseta después, llevaron a un duro ajuste en empleo y actividad empresarial. En déficit exterior es ahora aún mayor (11% del PIB), pero aquí reside la mayor diferencia: el euro permite captar financiación exterior, sin dudas sobre el valor de la moneda.

"En estos años, la economía española se ha beneficiado de dos shocks externos positivos: desde que, en 1994, quedó claro que se ganaba el derecho a incorporarse a la unión monetaria, los tipos cayeron del 15% al 4%. Y en los últimos siete años, cuando el impacto de esa bajada de tipos perdió fuerza, entraron en nuestro país cuatro millones de personas", recalca Guillermo de la Dehesa, presidente del Center for Economic Policy Research, centro de investigación con sede en Londres.

De la Dehesa, que hizo estas reflexiones en unas jornadas celebradas este jueves en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, mantiene que es normal la ralentización tras 13 años de fuerte crecimiento. "Los ciclos, en economía, existen", enfatiza. Y concede que la situación se ha agravado por el petróleo y la crisis financiera. Pero subraya que "la burbuja inmobiliaria, que al fin ha estallado", es un problema casi exclusivamente español. En 1993, la caída de la vivienda también jugó un papel destacado, aunque en este sector la situación es ahora peor.

En todo caso, De la Dehesa, que fue secretario de Estado de Economía con el PSOE en los ochenta, huye de los paralelismos. "Teníamos un déficit público tremendo, del 6% del PIB, la jovenlandesesidad superó el 9% [ahora no llega al 1,5%], el mercado laboral es ahora más flexible y la tasa de paro llegó entonces al 24%, por no hablar del euro. Era otro mundo". Luis de Guindos, presidente de Lehman Brothers España, que también participó en las jornadas, añade otra diferencia fundamental: "En estos 15 años, nuestra integración en la economía mundial es mucho mayor". La presencia de compañías españolas en mercados que siguen creciendo a buen ritmo (Suramérica, Europa del Este, Asia) y las confortables cuentas de resultados de muchas empresas tras década y media de expansión amortiguarán el golpe.

Eso no quiere decir que la situación no preocupe. Pero las preocupaciones son otras. Como resume De Guindos, "el problema es que pese a la desaceleración, ni el déficit exterior, ni la inflación diferencial con la zona euro dejan de subir". Una lectura que le lleva a pensar que lo peor está por venir. "Y lo que no veo, descartada la construcción, es de dónde va a venir la tracción para que la economía se recupere", añade De Guindos, también ex secretario de Estado de Economía, pero con el PP. "La alternativa son las exportaciones, pero haría falta un fuerte ajuste para recuperar competitividad", concluye. -