España, ¿locomotora de Europa? · ELPAÍS.com
Es más, el crecimiento de las importaciones durante los dos primeros trimestres del año ha superado al de las exportaciones, lo que ha vuelto a traducirse en una contribución negativa del saldo exterior al crecimiento del PIB, como en los tiempos gloriosos de expansión. Como consecuencia, el déficit frente al resto del mundo, que a lo largo de 2008 y 2009 se corrigió rápidamente hasta situarse por debajo del 4% del PIB, ha vuelto a aumentar, alcanzando en términos desestacionalizados el 5,4% del PIB en el segundo trimestre [gráfico inferior derecho].
Este comportamiento de la economía española es inconsistente y, por ello, insostenible. Nuestro nivel de endeudamiento es la madre de todos nuestros males, y los mercados financieros muestran una notable reticencia a prestarnos o lo hacen a tipos de interés altos. Mientras, nosotros nos dedicamos a ampliar las necesidades de financiación. No creo que vayamos demasiado lejos por este camino. Por ello, y por otros motivos, la recuperación tímidamente iniciada no puede continuar, al menos no puede continuar por los mismos derroteros. Hay que consumir e invertir, por supuesto, pero reduciendo la propensión a importar. Y sobre todo, hay que exportar más. Todo ello requiere medidas que tiendan a aumentar nuestra competitividad y
a ampliar la base de empresas exportadoras.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).